Crónica de una detención anunciada
Eligieron el nombre correcto para dar sentido a lo que han hecho: “Operación Jaque”, término ajedrecista que implica aviso previo al Jaque Mate
El Ministerio del Interior anunció a los cuatro vientos el miércoles pasado, a través de un mensaje por Internet y nota de prensa, que habían procedido con éxito a la detención de unos etarras, cuando, en realidad, la acción estaba prevista para una hora más tarde, y la Guardia Civil aún no había salido de su Cuartel, enterándose de la noticia de la misma forma que cualquier ciudadano.
Salieron precipitadamente para concluir una operación que se gestaba intensamente desde hacía meses, llegando media hora después del comunicado oficial, cuando los etarras habían destruido ya bastante pruebas y desaparecido ordenadores. Yo había visto estas cosas en aquellas series del Inspector Gardgett, o también con Gila, cuando le preguntaba por teléfono al enemigo a qué hora iban a atacar.
Pero en un asunto de seguridad nacional dirigido por el Ministerio del Interior que va a detener a unos delincuentes, donde el factor sorpresa es esencial para su éxito, no se puede justificar semejante actuación. Hay antecedentes que nos llevan a la duda razonable de que no se trata de una chapuza, sino a una versión moderna, corregida y aumentada, del caso Faisán.
Por si fuera poco, eligieron el nombre correcto para dar sentido a lo que han hecho: “Operación Jaque”, término ajedrecista que implica aviso previo al Jaque Mate, nombre con el debió bautizarse la operación, de haber sido otra la intención, claro.