El error del Papa
Francisco no es así. De cualquier forma, su reciente comentario, en mi opinión, fue desafortunado; ha sido un error.
Creo sinceramente que Francisco es uno de los mejores Papa que hayamos tenido nunca; es un hombre excelente, bondadoso, solidario, comprensivo, abierto, muy sabio, y, sobre todo, un gran ser humano que, como tal, también comete errores.
Recientemente, y haciendo referencia al atentado yihadista de París, ha dicho que si alguien insulta a una madre, es normal que espere un puñetazo del insultado. Me parece un error, ya que ante un hecho como éste, existen diversas formas de reaccionar y responder correctamente, sin necesidad de recurrir al extremo de la violencia, ni al extremo de poner la otra mejilla. El Papa es el representante de lo Divino en la Tierra, y para ello no está ungido por la Gracia sobrenatural; es tan humano como cualquier otro. Y como buen Papa que es ha sabido acercare al pueblo como, posiblemente, no lo había hecho ningún otro Papa antes.
Es tanto su acercamiento que nos permite apreciar a todos su profunda humanidad que, en ocasiones, le puede llevar a cometer errores, y ahí estamos para observarlo. Además, habla y se expresa como cualquier otra persona, de forma natural, sin el ademán afectado de esos obispos, o sacerdotes (cada vez menos) que cultivaban un tono exagerado de paternalismo angelical que, en ocasiones, les hacía, incluso, juntar las manos mientras conversaban con alguno de sus fieles o amigos.
Nunca me gustaron esas maneras que siempre creí forzadas y sin justificación. Francisco no es así. De cualquier forma, su reciente comentario, en mi opinión, fue desafortunado; ha sido un error. Pero a mí me gusta este Papa.