Una Canarias en equilibrio
Desde hace años han surgido intentos para cambiar aquel estatuto de autonomía, basado en el equilibrio y cuya aplicación hasta ahora ha sido razonablemente correcta. Es evidente que en esta vida nada es intocable ni inmutable.
Acabamos de salir de la vorágine de unas elecciones europeas y ahora nos encontramos ante una celebración más modesta como es la de el Día de Canarias. De esta manera se va hoy concretando nuestra realidad institucional y política. Desde lo más amplio hasta lo más cercano. Hace algo más de tres décadas el Archipiélago se dotó de una Constitución propia, un estatuto de autonomía, con el que marcar sus propias reglas del juego. Hasta ahora este marco normativo ha funcionado razonablemente bien y en parte la prosperidad que han vivido las Islas durante muchos años es resultado de aquel hecho histórico. El Día de Canarias sirve precisamente para rememorar lo que ha significado el Estatuto y la constitución del Parlamento autónomo que bajo nuestro punto de vista han servido como una herramienta importantísima para avanzar en la descentralización de competencias.
Desde hace ya algo más de tres décadas Canarias inició una etapa histórica marcada por el autogobierno y la participación de una ciudadanía viva y dinámica en la toma de decisiones. Los habitantes del Archipiélago nos hemos dotado de unas instituciones que han impulsado cambios sin precedentes y que ha dado lugar a una sociedad más cohesionada. Nadie puede negar la realidad de que durante este tiempo hemos avanzado en infraestructuras, comunicaciones, servicios públicos y sociales hasta el punto de que el Archipiélago ha podido salir de su atraso secular. Especialmente importante nos parece el progreso que han experimentado las islas no capitalinas que han podido hablar de igual a igual con las capitalinas.
El Día de Canarias, nos parece adecuado para remarcar la importancia de elementos como el transporte que ha servido de herramienta para garantizar la convivencia y cohesionar el Archipiélago. Y de eso sabemos muchos los gomeros. Este día nos debe servir para hacer un balance: nuestra opinión es que hoy nos encontramos con una sociedad más madura y con una democracia más consolidada. De todas formas pecaríamos de excesivamente optimistas si no reconociéramos que aún queda mucho por resolver. Creo que este Día nos debe servir también para hacer un homenaje a todos los canarios y sobre todo a los que ahora lo están pasando peor por la falta de trabajo o padecer alguna enfermedad.
Cierto que en los últimos tiempos una crisis económica sin precedentes ha puesto en peligro muchos de nuestros logros sociales y políticos. Pero no menos lo es que no se ha conseguido tirar al suelo el edificio que hemos construido durante estas tres décadas, lo que demuestra su fortaleza. Hoy la idea de una Canarias autónoma y diferenciada pero plenamente integrada en España y en Europa está arraigada en la mente de los habitantes del Archipiélago.
Desde hace años han surgido intentos para cambiar aquel estatuto de autonomía, basado en el equilibrio y cuya aplicación hasta ahora ha sido razonablemente correcta. Es evidente que en esta vida nada es intocable ni inmutable. Pero desde La Gomera tenemos claro que hay aspectos de aquel marco normativo que no se deberían tocar bajo ningún concepto. Por ejemplo, el sistema electoral resulta para nosotros un instrumento básico a la hora de garantizar una Canarias más equilibrada.
Dar el mismo peso a las islas menores que a las mayores supone una discriminación en positivo que es necesario defender y mantener. Por eso para avanzar en una comunidad autónoma más cohesionada el nuevo estatuto y el nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF) deben andar en un mismo sentido: crear el marco normativo necesario y conveniente de manera que todos los canarios seamos efectivamente iguales y tengamos las mismas oportunidades que los ciudadanos del resto del país. Lo contrario resultaría dar un paso atrás dentro de lo ya conseguido y que básicamente se ha fraguado con un única idea en la mente: lograr una Canarias en equilibrio.