La Educación como fortaleza social
Una sociedad próspera y equilibrada solo puede cimentarse sobre un sistema educativo sólido, capaz de proporcionar a sus ciudadanos el tesoro incalculable del conocimiento. La educación es el faro que ilumina el camino hacia el progreso, la herramienta más poderosa para romper las barreras de la desigualdad y la clave para que una comunidad avance con garantías en un mundo globalizado y altamente competitivo. No puede ni debe haber diferencias en el acceso a la educación por el simple hecho del lugar en el que se nazca o resida. Con esta convicción hemos trabajado durante décadas desde el Cabildo de La Gomera, procurando que todos los ciudadanos de esta isla dispongan de los medios necesarios para acceder a una educación de calidad en igualdad de condiciones con el resto de los canarios.
Invertir en educación nunca es un gasto estéril, sino una apuesta segura por el desarrollo colectivo. Es la piedra angular de cualquier estrategia gubernamental orientada al bienestar social. Cada recurso destinado a la educación es una semilla plantada en el porvenir de nuestra comunidad, cuyos frutos se reflejan en una sociedad más preparada, cohesionada y con capacidad para afrontar los desafíos del futuro desde una posición de ventaja. La competitividad y la solidez de nuestro tejido socioeconómico dependen, en gran medida, de la fortaleza del sistema educativo que seamos capaces de construir.
Esta semana tuve la oportunidad de compartir inquietudes y proyectos con el consejero de Educación, Poli Suárez, y su equipo, quienes se desplazaron hasta La Gomera para avanzar en un convenio histórico de mejora de las infraestructuras educativas insulares. Este acuerdo marca un antes y un después, sentando un precedente para el resto de Canarias como modelo de cooperación institucional con el objetivo de optimizar los servicios prestados en los centros educativos. Durante años, han sido los propios colegios e institutos quienes han elevado reiteradas peticiones para solventar deficiencias estructurales. Ahora, gracias a una inversión que supera los dos millones de euros, muchas de estas demandas comenzarán a ser atendidas de forma efectiva.
Estamos ante un proceso de transformación sin precedentes en la educación de La Gomera. Aunque el camino por recorrer sigue siendo largo, hemos dado un paso firme con la puesta en marcha de una primera línea de trabajo destinada a la creación de zonas de sombra en los doce centros educativos distribuidos en los seis municipios de la isla. No se trata solo de mejorar la enseñanza, sino también de garantizar que las condiciones en las que nuestras personas jóvenes reciben su formación sean las más adecuadas. En este sentido, la intervención de las instituciones públicas es esencial para asegurar que la educación en La Gomera continúe evolucionando con los estándares de calidad que la sociedad demanda y merece.
A esta dotación de recursos se suman los más de tres millones de euros que, cada año, el Cabildo de La Gomera destina a las familias en concepto de ayudas educativas. De ellos, 1,5 millones están dirigidos a becas, una cifra que representa un incremento del 35% respecto al curso escolar anterior. Además, facilitamos recursos para la adquisición de libros de texto, promovemos convenios con las universidades canarias y financiamos ayudas al transporte, reafirmando así nuestro firme compromiso con la equidad educativa.
El desafío que tenemos por delante es ambicioso, pero sus frutos serán inestimables para las generaciones futuras. Cada acción emprendida nos acerca un poco más a una educación de calidad y a un futuro mejor para nuestros jóvenes. Estoy convencido de que estamos entrando en una etapa de avance y consolidación del progreso educativo en La Gomera, un camino en el que la educación seguirá siendo la base sobre la que construiremos una sociedad más justa, más próspera y más preparada para los retos del mañana.