Pacto por la unidad
La unidad es el único camino. Son muchos los líderes políticos que han apelado a la unidad a lo largo de nuestra historia mundial, conocedores de que la unión hace la fuerza. Es la mejor herramienta para luchar contra las adversidades y en esta época de pandemia global, sin duda necesitamos más que nunca apelar a este concepto de cohesión para sumar esfuerzos que nos encaminen hacia la recuperación económica y social.
Canarias, nuestras Islas, a las que se les ha considerado siempre el paraíso, no pasan por tiempos de gloria, esto es algo que no se le escapa a nadie. La pandemia ha golpeado con virulencia nuestras vidas, mermando nuestros bolsillos y en mayor medida, los de los más vulnerables. Son tiempos complicados en los que depositamos nuestras esperanzas en la vacuna, pero mientras no alcancemos ese 70% de inmunidad no podemos quedarnos paralizados.
Esta semana he pedido en la Cámara regional la unidad de todas las fuerzas políticas para trabajar de forma conjunta y lograr que Canarias ponga en marcha todo el engranaje que permita emprender la carrera hacia la reconstrucción, convencido de que solo con el esfuerzo y cooperación de todas las administraciones competentes podremos dejar atrás esta pesadilla de crisis y afrontar el futuro con ilusiones renovadas.
En estos momentos se convierte en obligación dejar a un lado los egos partidistas, los réditos políticos y las rencillas para actuar con responsabilidad ante una complicada situación que demanda, a todas luces, sensatez para sumarse al consenso y al esfuerzo común. Se lo debemos a los ciudadanos, a esos más de 279.000 parados y a los más de 80.000 que están en ERTE. Se lo debemos a los que cada mañana realizan un esfuerzo casi sobrehumano para abrir sus negocios de los que dependen numerosas familias y también se lo debemos a nuestros jóvenes, a los que no podemos arrebatarles sus sueños y a los mayores, a los que llevan toda una vida trabajando por nuestro bienestar.
Y si hablamos de unidad, este vocablo cobra mayor relevancia aún en cuestión de crisis migratoria, ya que la unidad política y social es la única vía posible que puede allanar el camino para lograr, al fin, una respuesta real y efectiva del Estado. Por ello, las fuerzas que conformamos el Pacto de las Flores decidimos abrir un frente común con agentes sociales, económicos y ONG para pedir a la Comisión Europea y al Gobierno Central medidas urgentes ante este problema de calado comunitario, porque no pueden cerrar los ojos ni mirar para otro lado.
Son más de 7.000 los inmigrantes que se encuentran en las Islas desde hace meses. Personas que se han jugado la vida a bordo de una patera solo para llegar a la puerta de Europa, y que ahora piden desesperadamente que esa puerta se abra y les permita continuar su viaje hacia otras comunidades españolas y hacia otros países. La llave no la tiene Canarias, sino el Estado y la Unión Europea, por lo que no podemos tolerar más improvisaciones ante este drama. La tensión es cada vez más palpable entre los propios inmigrantes, generando problemas de convivencia entre ellos y con los propios residentes. Los macrocentros de campaña en los que se les ha instalado, como el de Las Raíces, no cumplen con las condiciones que se requieren, lo que está provocando lamentables incidentes como los ocurridos esta semana.
Víctimas de la frustración, el desespero y las ansias por poner rumbo hacia la Península, algunos de estos migrantes han decidido embarcarse clandestinamente en camiones para alcanzar su destino. Esta situación clama por una respuesta contundente, coordinada y eficaz por parte de las administraciones europeas y estatales. Por ello, el presidente canario comparecerá ante el Senado para exponer la delicada situación que viven las Islas con el firme propósito de regresar con un plan de acción que ponga fin a esta cárcel de inmigrantes en la que, sin quererlo, se ha convertido Canarias.
Igual que los buitres buscan la carnaza de forma poco meritoria, son unos pocos los que buscan rédito político de un drama humanitario como es la inmigración. Son esos agitadores del miedo los responsables de generar odio y xenofobia a costa de un puñado de adeptos, por lo que no podemos caer en su circunloquio populista y simple. Los canarios siempre hemos sido gente solidaria, hijos y nietos de inmigrantes, y conocemos en carne propia lo que es cruzar el Atlántico para ir en busca de nuevas oportunidades. Por ello, somos conscientes de que lo único que quieren estas personas es proseguir su viaje para lograr alcanzar sus metas y sus sueños. Solo necesitamos abrir la puerta para que puedan reanudar su camino y la única llave está en manos del Estado y Europa.