Un REF sin doble lecturas

Las instituciones y sectores económicos del Archipiélago participamos cada cierto tiempo en los debates sobre el Régimen Económico y Fiscal (REF). Desde el Cabildo de La Gomera ofrecemos también nuestras opiniones y más ahora que el Gobierno de Canarias lidera la negociación de un nuevo REF.

Es evidente lo que nos jugamos como gomeros y canarios. Nuestras particularidades económicas y fiscales resultan básicas para que podamos disfrutar de un nivel de vida similar al del resto de ciudadanos del territorio nacional. Un objetivo por el que tenemos que luchar cada día.

El punto de vista que defendemos es que las ayudas deben estar a partir de ahora recogidas de una forma inequívoca. No podemos volver a caer en el error cometido en ciertas ocasiones de que los textos sean interpretados de formas diferentes según quien gobierne. Nuestro deber es que el nuevo REF tiene que ser, primero consensuado con todos los sectores económicos y segundo concretarse en un texto definitivo que no ofrezca dudas jurídicas. Los problemas son permanentes y estructurales y por lo tanto las soluciones tienen que estar perfectamente definidas en un fuero estable.

Especialmente escrupulosa debe ser la forma en la que queda recogida la cohesión territorial que pretende que los canarios tengamos acceso pleno a los servicios esenciales. Un aspecto que resulta complicado garantizar en nuestras Islas debido a la pesada carga que implica la lejanía e insularidad. Auténtica razón de ser del REF. Otro tanto debe ocurrir en tres puntos fundamentales de nuestra vida diaria: el transporte, la energía y el agua. En el primer caso los gomeros creemos que el deseado aeropuerto no ha cumplido todas las expectativas.

Deben replantearse las Obligaciones de Servicio Público (OSP) porque no son una solución adecuada de futuro en cuanto a conectividad, horarios o precios ya que disuaden a empresas  que quieran cubrir estos trayectos sin ser OSP. El mar sigue siendo para nuestra Isla el principal hilo umbilical que nos une al resto del mundo. Por ello la compensación al coste efectivo de mercancías y pasajeros debe tener una traslación clara a las economías familiares. Las tasas portuarias y aeroportuarias tienen que contemplar reducciones para permitir la sostenibilidad y competitividad entre los distintos sectores productivos.

En cuanto a la energía el debate sobre las prospecciones petrolíferas es consecuencia de la falta de una política clara a favor de las renovables. Los recursos fósiles tienen una vida limitada, son caros y su impacto sobre el medio ambiente oscila entre significativo y brutal. Canarias presenta todas las condiciones a favor para desarrollar las energías eólica, fotovoltaica e hidráulica. ¿Por qué no se ha hecho así?.

Esa es una cuestión cuyo debate sería largo e improductivo. En cualquier caso el hecho cierto es que hoy por hoy no todas las islas  cuentan con un sistema de abastecimiento energético propio. El apoyo específico a las energías limpias debe permitirnos desarrollar a corto plazo el autoconsumo.

Con respecto al agua nos enfrentamos a un recurso en el que se da la paradoja de que siempre será igual de básico pero que con el tiempo resulta cada vez más escaso. La alternativa de la desalación sitúa ya los precios a niveles astronómicos y aquí las ayudas resultan absolutamente básicas. Creemos en la necesidad de vincular protección del medio ambiente y territorio y en incluir incentivos para favorecer la inversión en las Islas.

La Reserva de Inversiones de Canarias (RIC) tampoco ha funcionado de forma correcta bajo nuestro punto de vista. En el futuro tiene que orientarse para crear un sector empresarial que sea realmente competitivo, dinámico y diversificador. Y sobre todo debe crear empleo pero empleo con el mayor grado de estabilidad posible. Para ello resulta imprescindible que los beneficios fiscales que obtienen las empresas sean reinvertidos en nuestras Islas y sólo en nuestras Islas. Filosofía que en realidad fue la movió la creación de la RIC. 

Si todo esto se cumple entonces habremos avanzado en la consecución de objetivos importantes del REF: que no hayan diferencias entre los ciudadanos de La Gomera y los de otras comunidades autónomas. Porque al fin y al cabo el REF es una defensa por la igualdad en lo más básico; comer, viajar, comprar en el supermercado, conectarse a internet o hablar por teléfono, contar con carreteras por las que circular, hospitales en los que ser atendidos, pagar menos impuestos o tener un puesto de trabajo.

Todo ello depende de que las ayudas que debe entregar el Gobierno central queden perfectamente reflejadas en el nuevo texto, refrendadas en nuestro Estatuto y ancladas en la Constitución. Sin dobles lecturas.