Los senderos de todos

Los visitantes de La Gomera se encuentran durante su estancia entre nosotros con elementos de una indudable originalidad: música, gastronomía, paisajes salvajes, los bancales construidos sobre el vacío... un cadena de aspectos que han hecho a nuestra Isla un lugar único, cocido al fuego lento de las tradiciones centenarias. 

Entre estas particularidades ocupan un lugar muy especial los senderos. Estamos orgullosos y somos conscientes de la importancia de esta red de caminos que es patrimonio de todos los gomeros. Su antigua función no era otra que cumplir con el papel que hoy desempeñan las carreteras. Sin embargo, en la actualidad se han convertido en eficaz reclamo turístico, lugares donde nuestros miles de visitantes y vecinos ocupan su tiempo y miradores desde los que se puede disfrutar de forma privilegiada de la naturaleza.

No hablamos de un fósil museístico, sino de un elemento vivo que desempeña un papel esencial dentro de nuestra oferta turística y de ocio saludable. Como ha ocurrido en otras ocasiones, los propios turistas y especialmente los británicos y alemanes, fueron los que nos llamaron la atención sobre la riqueza y posibilidades que se extendían ante nuestros ojos. 

El viernes 11 de diciembre, tuvieron lugar unas jornadas cuyo asunto central lo constituyó los caminos reales. Con anterioridad recorrimos el sendero que discurre desde Tamargada al Centro Cultural de Vallehermoso y disfrutamos una vez más de este paisaje excepcional. Desde hace años el Cabildo tiene claro el papel que juega la red de senderos y por ello hemos ido dando pasos sólidos a través de una estrategia que poco a poco va dando sus frutos. 

En su día realizamos una importante tarea para convencer al Gobierno canario, central y a la Unión Europea (UE), de la necesidad de invertir en la conservación de estos caminos. Hemos hecho un inventario que sacó a la luz sus principales valores y que sirvió para constatar que son los mejores conservados de Canarias. Somos conscientes de su enorme valor y del esfuerzo que supuso su construcción para nuestros antepasados. Y más aún si se tiene en cuenta que sus más de 600 kilómetros de longitud se abren paso a lo largo y ancho de la intrincada geografía de La Gomera.

Nuestra Isla dispone de una red de senderos que conforman un original trazado concéntrico y radial que permite la conexión de todos los pueblos entre sí y de estos con el Garajonay. Cada año, en colaboración con los ayuntamientos, llevamos a cabo una intensa labor de adecuación para que puedan ser transitados con total seguridad y disfrutados de forma plena. En este contexto han jugado un papel fundamental las tareas que desde hace años desarrollamos en materia de señalización. Estas labores permiten contratar a cientos de personas en situación de desempleo, con lo cual cumplimos un doble objetivo: dar trabajo y acondicionar la red de caminos reales. 

En este contexto a nadie se le escapa la importancia de las jornadas celebradas, que se dirigieron tanto a los agentes involucrados directamente en este mundo como a la población en general. Fue una ocasión única, para repasar la gestión desarrollada durante años, con el fin de conformar esta red de senderos como una infraestructura turística de primer orden, dar a conocer su estado actual y avanzar en el modelo de gestión. Por que hablamos de un bien público, como nuestras costas, y que por lo tanto su  futuro y conservación es una tarea que nos incumbe a todos.

Los objetivos que nos planteamos pasan por elaborar un mapa que recoja la totalidad de la red, reflejar en el portal web de turismo el máximo de información, realizar un inventario de sus recursos patrimoniales, aprovechar las nuevas tecnologías y diseñar rutas temáticas de carácter botánico, histórico, geológico o cultural... El Cabildo de La Gomera ha fijado ya la hoja de ruta y contamos con personal lo suficientemente preparado e ilusionado como para emprender un camino, sin duda apasionante. Por lo tanto, invitamos a todos a unirse a este viaje por unos senderos únicos, que son reflejo de nuestra historia, como si de cicatrices dejadas por el tiempo se tratara.