El “Virgen de Guadalupe”, adiós a un Edificio con historias
El 25 de agosto de 1944, salían a concurso las obras para la construcción del “Virgen de Guadalupe”. En 1961 empezó a funcionar con el contrato de un cirujano y un practicante.
Mucho se habla en estos días del destino, que le ha tocado en suerte, al emblemático e histórico edificio hospitalario gomero “Virgen de Guadalupe”, un edificio que formó parte durante años de la vida cotidiana de los vecinos de la isla.
La desaparición de sus paredes y techos hasta los cimientos, no impedirá que en la memoria colectiva queden grabadas y sean recordadas, con cierta nostalgia, muchas de las historias que se sucedieron en sus muros.
Momentos tristes y dolorosos a la par que felices y gozosos pudieron vivirse en el “Virgen de Guadalupe”, un recinto en el que la vida y la muerte moraban casi en habitaciones contiguas y donde la guerra por ganar la partida a la “señora de la hoz” era una constante. Aun así, esta última siempre ganaba alguna partida.
Sus habitaciones, hoy a medio derruir, llevan la impronta de horas de angustias, de lágrimas, de oraciones y rezos y, como no, de risas y momentos de felicidad. Porque aunque la muerte siempre ronda en este tipo de edificios, la vida también se hace presente ante cada nacimiento o recuperación del paciente hospitalizado.
Decía que ya “sus bloques” son historia y que, el “Virgen de Guadalupe” le regresan a su estado primigenio, a un solar que por aquel entonces costó unas doscientas mil pesetas de la época. Pero no sólo en lo material retorna a su estado.
La instalación hospitalaria, se comenzaba a construir un 12 de septiembre de 1944 con más grandes dosis de ilusión que de “dineros”, impulsadas por el entonces Presidente del Cabildo José Mendoza Ascanio, quien, al regreso de un viaje a Madrid, informó al Pleno que el Ministerio de la Gobernación le había prometido construir el Hospital Insular en la Villa de San Sebastián.
Desde esa fecha, varias son las “trabas” que debe sortear el edificio para llegar a ser inaugurado 17 años más tarde como Centro Hospitalario; por un lado la falta de recursos económicos para la realización de la obra que estuvo paralizada durante varios periodos de tiempo y en los que se hizo responsable al Cabildo Insular. Otra de las vicisitudes que tuvo que afrontar, fue la falta de recursos para su puesta en funcionamiento que se hizo en primera instancia con tan sólo un médico cirujano y un practicante.
Hoy, el casi desaparecido “Virgen de Guadalupe” retornará de sus cenizas cual “Ave Phoenix” para renacer como un Centro Asistencial diurno y alojativo para mayores; también con idénticas ilusiones y necesidades y quién sabe, si con falta de recursos o dilaciones en el tiempo como ya le sucediese. Quién sabe.
Lo que sí es cierto, es que de manera cíclica, se repetirá la historia y “la tierra del Guadalupe” una vez concluso, volverá a albergar sueños, horas de angustias, de lágrimas, de oraciones y rezos y, como no, de risas y momentos de felicidad.
José Andrés Medina- Editor de GomeraActualidad.com