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domingo, 22 de diciembre de 2024 00:00h.

Despedida del ser querido

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"El mundo ha cambiado. Ninguno de nosotros puede volver atrás. Todo lo que podemos hacer es dar lo mejor. Y, a veces, lo mejor que podemos hacer... es empezar de nuevo." (Avengers Endgame )

El camino recorrido es como cada ruta que hago para llegar a la cumbre de una alta  montaña. No es una línea recta, tiene muchos tropezones , no siempre es subida, ni bajadas  se disfrutan los planos, emocionan las bajadas, se descansa en las pausas, se aumenta y disminuye el ritmo, se admira el entorno, te proteges y arriesgas al mismo tiempo, se contemplan los paisajes, y mientras todo esto ocurre hay tiempo de reflexionar, de compartir con otros, de reír y sufrir cuando el cuerpo se resiente, pero la lucha de la emigracion  es mental no física así que controlar nuestros pensamientos positivos y negativos es la clave para balancear nuestros impulsos y cumplir nuestro objetivo, llegar a la cumbre y vislumbrar,  la próxima meta la vida

«No hay recompensa para lo que uno sufre de emigrante en  Alemania »
"Mi querido hijo : si tú al marchar para esas lejanas tierras sentiste una gran tristeza según me dices en tu primera carta desde Alemania  puedes figurarte cual sería la de todos nosotros por esta desdichada separación y, muy especialmente la mía, que por mi edad y achaques no abrigo la esperanza de volver a verte y, aunque este dolor estaba previsto, yo quise hacer este sacrificio más no oponerme a tu empeño de salir de aquí para que encuentres un futuro mejor , y no desconociendo que no te faltaba razón"


Nostalgia de todas esas personas, familiares, amigos y parientes a quienes  tanto quiero, nostalgia de lugares como los atardeceres en el puente de piedra en Zamora ( España ), saboreando un café  (de verdad), nostalgia de sabores y olores como el del delicioso arroz a la zamorana del mediodía que se siente al pasar cerca de la casa de la señora Maria , vecina del barrio donde vivieron mis padres . Nostalgias que me recuerdan que ya en mi infancia había vivido el dolor que dejan esos vacíos, cuando mi padre  se marchaba de viaje a la finca y entonces los primeros días me gustaba acostarme en el lado de la cama donde él dormía, porque el olor que dejaba en la almohada me quitaba las ganas de llorar. Nostalgia de rituales pequeños o aparentemente insignificantes, como el de batir la leche caliente de los desayunos domingueros con el mismo molinillo que innumerables veces utilizó mi madre . 
No despedirse de los seres queridos puede dar lugar a un duelo patológico que podría quedarse enquistado durante años, dando lugar a trastornos del estado de ánimo.

Jose Mateos Mariscal