Vida y obra de los hermanos Grimm
La muerte de su padre en 1796 empobreció a la familia y afectó a los hermanos durante años. Estudiaron en la Universidad de Marburgo, donde comenzaron su tarea vital de investigar la historia antigua de la literatura y el idioma alemán, incluidos los cuentos populares.
El auge del Romanticismo durante el siglo XVIII había revivido el interés por la tradición de los cuentos orales, que en opinión de los Grimm y sus colegas representaban una forma pura de la cultura y la literatura nacionales.
Los hermanos establecieron una metodología para coleccionar y registrar por escrito historias populares que se convirtió en la base de los estudios del folclore. Entre la primera edición de 1812-1815 y la séptima y última de 1857, los Grimm revisaron su colección numerosas veces y la aumentaron de 157 a más de 200 cuentos.
Además de recopilar y publicar estos cuentos, los hermanos reunieron leyendas alemanas. Individualmente, publicaron una gran cantidad de estudios lingüísticos y literarios, mientras que en colaboración comenzaron a trabajar en un ambicioso diccionario histórico alemán, el Deutsches Wörterbuch, que dejaron incompleto a su muerte.
Por ello, están considerados entre los fundadores de la filología alemana. La ley de Grimm (1822), sobre un fenómeno de la evolución de las lenguas germánicas, recibe su nombre de Jacob Grimm, recogían historias de los lugareños, además de estudiar la lengua y su uso. Interrogaban a la gente, les pedían que buceasen en su memoria en busca de los cuentos que les contaban de pequeños, y tomaban notas inmediatamente.
La labor de los hermanos Grimm no se limitó a recopilar historias, sino que se extendió también a la docencia y la investigación del lenguaje. Además de sus cuentos para niños, los Grimm también son conocidos por su obra Diccionario alemán, un diccionario en 33 tomos con etimologías y ejemplos de uso del léxico alemán, que no fue concluido hasta 1960.
Estos cuentos pasaron hace mucho tiempo a ser patrimonio universal. Caperucita Roja, Juan sin miedo, La Cenicienta, Blanca Nieves y los siete enanos, La oca de oro, Hansel y Gretel, El Sastrecillo Valiente o Los tres pelos del diablo son los más conocidos de los más de 200 cuentos recopilados por estos hermanos que vivieron y trabajaron más de 30 años.
Wilhelm sería el primero en fallecer, muriendo en Berlín a los 73 años, el 16 de diciembre de 1859. Cuatro años después, el 20 de septiembre de 1863, Jacob fallecería también en la capital alemana. Tenía 78 años.