Canarias: Donde ni los muertos tienen derechos a ayudas

 La Consejería de Políticas Sociales del Gobierno de Paulino Rivero ha tardado nada más y nada menos que cinco años en denegar la prestación por dependiente a un hombre que murió en 2010.

¿Pueden denegarte una ayuda después de muerto? Pues, aunque parezca increíble, esto ha pasado y no en un lugar remoto del tercer mundo, sino en nuestro querido país y, más en concreto, en nuestras preciosas Islas Canarias.

La Consejería de Políticas Sociales del Gobierno de Paulino Rivero ha tardado nada más y nada menos que cinco años en denegar la prestación por dependiente a un hombre que murió en 2010, una ayuda que el fallecido solicitó dos años antes de su defunción.

El pasado mes de septiembre de 2013, según recoge el rotativo tinerfeño El Día, la familia de Román recibió una carta certificada con la resolución a la petición para la ayuda por una dependencia reconocida por causa de fallecimiento.

Esta familia tinerfeña explicó a este periódico que Román, que falleció a los 86 años, padecía alzheimer, motivo por el que solicitó una prestación a través de la Ley de Dependencia. Meses después de pedirla, el 17 de noviembre de 2008, se le reconoció una "gran dependencia en grado
III nivel 2".

Casi dos años después de este reconocimiento, Román falleció sin recibir respuesta alguna….hasta hace unas semanas. Tras la defunción de Román, su familia se olvidó por completo de esta solicitud, hasta que el pasado mes de septiembre, tres años después del fallecimiento, llegó la resolución de
la Consejería, fechada a 8 de agosto de 2013.

En los antecedentes de hecho del documento se detalla que la solicitud entró en la citada administración el 25 de febrero de 2008 y que el grado de dependencia se reconoció el 17 de noviembre de ese mismo año.

También se especifica que "consta que el interesado ha fallecido el 13 de junio de 2010 sin que se haya dictado la Resolución de su Programa Individual de Atención (PIA)". El documento también detalla que se ha resuelto "la terminación del procedimiento administrativo por la imposibilidad material
de continuarlo por causas sobrevenidas por haber fallecido el interesado" y que se procederá "al archivo del expediente".

Esta familia no cesa en su asombro e indignación ante este hecho, al cual les cuesta calificar por lo "impresentable y surrealista del asunto".

Además, los familiares del afectado se plantea si ocurrirá lo mismo con la esposa del fallecido, de 86 años, que también "tiene un grado de dependencia reconocido desde hace varios años".

Ya puestos, al igual que la administración tardó cinco años en dar una respuesta (y encima después de fallecido), no extrañaría que la jugada vuelva a repetirse. Total, quien hace un cesto, hace cientos. Remedando un viejo eslogan de una marca de cervezas local, ¡Canarias, que suerte vivir (o morir) aquí!