El trilerismo del Gobierno Sánchez y un Partido Pazguato
Hasta ahí podíamos llegar. Por mucho que los ministros sanchistas, que la parte de Sumar y que el PSOE intenten venderle al pueblo español que han sido PP y VOX los responsables de que el decreto de ayudas para los afectados por la DANA, la revalorización de las pensiones o las subvenciones al transporte público haya caído, la verdad es otra. Y en Moncloa lo saben.
El drama para el Ejecutivo de Pedro Sánchez es haber vendido su alma a una formación, la del prófugo Carles Puigdemont, Juntos por Cataluña, a cambio de que esta le permita mantenerse en el poder.
Si el decreto de las ayudas no salió adelante en el pleno del 22 de enero de 2025 no fue por el voto en contra del PP y de VOX. Fue, sencillamente, porque a Juntos por Cataluña no se le dio todo lo que pedía y esos siete votos son esenciales para Sánchez si quiere sacar adelante leyes como la de los Presupuestos Generales del Estado.
Así que Bolaños, Puente, Montero o Alegría pueden salir a vociferar y a exigirle a su equipo de opinión sincronizada que salgan a darle cera a Feijóo y Abascal por insolidarios, pero el argumento no cuela, hace aguas por los cuatro costados.
Porque tanto el PP com VOX están en contra de dejar tirados a los ciudadanos, pero lo que no podían es comprar un paquete que, más allá de esas ayudas sociales, tenían pólvora incendiaria con más concesiones para los enemigos de España.
Y eso sí, lo que no se entiende es como el PP, que más que Partido Popular parece el Partido Pazguato, no sale con toda la artillería, empezando por Alberto Núñez Feijóo a denunciar la enésima tropelía del Ejecutivo socialcomunista. Es de traca.
Y menos mal que en Madrid, la presidenta Isabel Díaz Ayuso ya anunció que asumirá el descuento íntegro, el suyo más el que deja de pagar el Gobierno Sánchez, para el transporte público. La acusarán, ya lo verán, de ser el verso suelto del PP o de que ambiciona el despacho noble de Génova 13. Benditos versos sueltos que, al menos, se desmarcan de una línea timorata que no solo no conduce a nada, sino que además renuncia resueltamente a defenderse de las falsas acusaciones del sanchismo.