Catamaràn de ocho quillas   
no te pares ni un momento,  
devora nudos y millas.

Meta y salida de viajes  
de migraciones constantes,  
de seres itinerantes  
reacios al vasallaje.  

Eres el surco y la era,  
eres plaza y eres puente.  
Mestizaje de la gente  
que arriba por tus riberas.  
                  *                    
Tú al timòn, la vela al viento,  
y al  viento imaginación.  

No te quedes en la orilla,   
en la primera ocasión,  
pon la proa mar adentro.  

Cuando encoge la marea  
y se erizan los rompientes  
muchas bajas serpentea  
mientras afilan los dientes.  

Y si se encrespa la mar,  
por naciente y por poniente,  
empujan a embarrancar  
atravesadas corrientes.  

No te arriesgues a encallar.  
En la    costa no te plantes.  
Ponnos todos a remar.  
Firme el timón y adelante.  

Se presto en mantener  
las lindes de este lugar  
y en Derecho defender  
nuestro pulmón, que es la mar.  

Y si la pandemia crece,  
crece tú más todavía,  
que esa lucha bien merece 
de puntales la porfía.   

Para avanzar cada día  
al futuro que presiento,  
utiliza la energía  
del sol, del mar y del  viento.  

Pon la proa a alta amar.
Boga siempre mar adentro.  

Oswaldo Izquierdo Dorta
Enero de 2021.