Carta de Despedida a mi Hermana, mi gran Amiga
"Tú, que viste medio mundo, siempre querías regresar a tu pequeño paraíso, tu "Gomera del alma", dónde ya descansas".
Cuándo partiste, no fue difícil el momento de decirte adiós porque toda la pena, la rabia, y el dolor que tenía en el interior de mi pecho desaparecieron con tu último suspiro. Gracias a Dios, la lucha y la agonía de verte sufrir habían terminado.
Dejas un vacío en tus padres, tus hermanas, tus sobrinos y tus hijas. Pero este vacío lo ocuparemos con el recuerdo de tu alegría, tu vitalidad y tu fuerza por vivir. Así, te recordaremos siempre durante resto de nuestras vidas.
Tú, que viste medio mundo, siempre querías regresar a tu pequeño paraíso, tu "Gomera del alma", dónde ya descansas.
(Foto: Mercy en Polinesia. Año 1992)
Tu alegría y tu vitalidad fueron tu esencia, y seguirán vivas en Lucía y Elisa, porque cuándo las miro te veo a ti, y eso consuela el dolor de tu ausencia. Cuidaré de ellas lo mejor posible, porque así se que te sigo cuidando a ti.
Agradezco a todos y a cada una de las personas que ayer nos acompañaron en tu despedida. Al igual que a todos los que nos han prestado su apoyo en estos largos y tediosos cinco años.
Adiós a una gran hija, hermana, tía, prima, cuñada y amiga, pero sobretodo a una Grandísima MADRE.
Adiós Hermana!!!
Vivirás en mí mientras yo exista.
María Jesús Simancas Darias (Machuchy))