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domingo, 24 de noviembre de 2024 00:00h.

Conoce Tu Tierra Gomera: Los Aceviños (Hermigua)

Hoy vamos a conocer un poco mejor uno de los caseríos más bellos de nuestra isla de La Gomera, se trata de Los Aceviños, que está dentro del término municipal de Hermigua.

Los Aceviños se sitúa a unos 900 metros de altitud, justo en el límite con el Parque Nacional de Garajonay, asentándose todo el barrio en la llamada zona de Preparque, que antecede a dicho Parque Nacional.Los Aceviños es un lugar maravilloso teniendo algo que lo diferencia de otros muchos caseríos de la Isla.

Pero, ¿qué tiene de especial este barrio?

Que esá rodeado de monte, de monteverde, de laurisilva por donde quieras que mires o te dirijas. Es un caserío dentro del monte, literalmente hablando, muchas de sus casas están rodeadas de un espeso y precioso monte de laurisilva. Para los amantes de la nauraleza Los Aceviños es un paraíso. Pero la forma más idónea de descubrir el encanto de Los Aceviños es colgarse una mochila a tus espaldas, unas buenas botas de senderismo y caminar por sus alrededores. Debemos caminar por al pista que conduce al Cedro donde tenemos los mejores montes de La Gomera, o por la pista de La Cordillera donde podemos ver espectaculares vistas de un inmenso bosque de laurisilva con Meriga y Juego De Bolas por una lado, el Alto de Tardé por otro y las montañas de Hermigua al fondo; en definitiva un placer para los senderistas.

Hablemos un poco de su historia.

Los Aceviños aparece por primera vez citado en el “Diccionario Estadístico-Administrativo” de Pedro de Olive en 1865, figurando con 10 habitantes. Probablemente se pobló en la primera mitad del siglo XIX, coincidiendo con la roturación del límite forestal. El caserío llegó a contar con 200 habitantes, dedicados al cultivo de viña, papas y frutales, y la ganadería, sin embargo en la década de 1980 sufrió un fuerte descenso poblacional, contando en 1991 con sólo 28 habitantes. En 2003 se recuperó de dicho descenso poblacional alcanzando en 2008 los 81 habitantes (población de derecho).

Los Aceviños hace muchas décadas fue uno de los barrios más populosos de Hermigua, aunque nos parezca extraño esto que comento. Fue un caserío donde vivía gente muy humilde dedicada principalmente al pastoreo, la agricultura y sobre todo al aprovechamiento del monte

. Su nombre "Los Aceviños" proviene de la abundancia del árbol de la laurisila que hay en esta zona llamado "acebiño"; como observan lo extraño de esto es que el barrio se escribe con "v" y el árbol se escribe con "b"; quizás una razón posible pueda ser que el nombre del caserío provenga del portugués donde en esa lengua sí se escribe con "v" ("azevinho").

Los Aceviños tuvo una población muy diseminada, cuyo núcleo principal es el que se agrupa junto a la ermita de San Benito, pero las casas se encuentran por todos lados y caminando te puedes encontrar alguna en medio del monte. Otro grupo de casas importante lo constituye el barrio de la Hoya Mena, barranco abajo y por encima de la cuenca del barranco de Liria, en Hermigua.

Como toda tierra de monte, en Los Aceviños se dan unas excelentes papas, calabazas, millo, etc.. Posee unas excelentes ciruelas, y los castañeros son habituales en su paisaje. Si caminamos un día de verano por Los Aceviños nunca olvidaremos sus casitas rodeadas de grandes castañeros, sus cirueleros cargados de frutos o sus hermosos manzaneros y perales. 

Últimamente se ha introducido con éxito el cultivo de la viña, produciéndose excelentes vinos. Uno de los grandes problemas de Los Aceviños ha sido el agua. Sus vecinos han tenido que adentrarse muy en el monte para encontrarla porque, al contrario que curiosamente sucede con su vecino El Cedro, en Los Aceviños el agua no es tan abundante.

La emigración al sur de Tenerife ha hecho mucha mella en el barrio hasta llegar al punto del semidespoblamiento hace años. Afortunadamente esos emigrantes han regresado para arreglar sus casas y pasar sus días de descanso en este barrio, y Los Aceviños actualmente luce un aspecto espléndido.

Para llegar a Los Aceviños en coche debemos hacerlo a través de una pista asfaltada que viene desde La Palmita (Agulo). Pero caminos para llegar a Los Aceviños hubieron muchos. Desde Hermigua se accedía y se accede desde San Juan, en Las Cabezadas, que asciende por Los Anconcillos donde podemos ver impresionantes vistas de Hermigua, llega a Hoya Mena y a Los Aceviños tras recorrer la pista de Don Mario o del Cura. Desde Meriga se accede también por otra pista forestal, al igual que desde El Cedro. Con este mismo barrio hay otro sendero que va por La Puntilla y La Punta Del Guanche que llega a la pista de La Cordillera.

Desde este punto, donde hay una vieja tanquilla del agua, hay un sendero en desuso que va por toda la orilla de La Cordillera con increíbles vistas a Hermigua que llega a La Cañada del Cuervo o de Las Loberas, pasa por La Campana en los andenes de Hermigua, hasta llegar a la ermita de San José en el Estanquillo, ya en Hermigua. Hacia el centro de la isla hay otro viejo sendero en desuso, que llega al alto de Tardé hasta llegar al Contadero, ya en la carretera dorsal de la isla.

Si hablamos de Los Aceviños debemos hablar obligatoriamente del sacerdote Mario Lhermet Vallier. Don Mario llevó a establecer una academia de enseñanza en Hermigua  ('Cristo Rey'), primero en la propia casa parroquial y luego en un edificio de nueva construcción. Cuando los alumnos fueron trasladados a La Villa, don Mario vendió (unos dicen que lo malvendió) el edificio al ayuntamiento de Hermigua y con el dinero obtenido comenzó una pista de acceso a Los Aceviños, proyecto que se truncó con su muerte. Don Mario, con sus años en sus espaldas tenía diseñado conectar Las Aceviños con Las Cabezadas en Hermigua por Los Anconcillos para acabar con el aislamiento de Los Aceviños.

Él mismo decía por dónde debían pasar las máquinas de Don Enrique Amaya (d.e.p.) pero su sueño terminó, como dijimos, con su muerte.

Debemos recordar también el pavoroso incendio de abril de 2008 que afectó a la parte más baja de Los Aceviños, que, originándose en Hermigua, subió ladera arriba amenazando al barrio y al Parque Nacional; gracias a la excelente intervención de los equipos que lucharon contra el fuego y a la pista de La Cordillera, que actuó de cortafuego, se pudo atajar. Los restos del fuego son hoy claramente visibles desgraciadamente, lo que se necesita es tiempo para que el monte vuelva a a otra vez a recuperarse.

Ojalá sirva este pequeño artículo para que se haya conocido mejor este lindo caserío para todos que ya lo conocíamos, y para quien no, que sirva de estímulo para visitarlo.


Texto y fotos Copiado de: Facebook Isla De La Gomera