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jueves, 26 de diciembre de 2024 00:00h.

De espaldas al mar

ELIAS RODRIGUEZ

Todo el mundo sabe que la meteorología no es una ciencia exacta, sino una aproximación más o menos razonable de los fenómenos que pueden acontecer.

Sin pretender que el alcalde de Alajeró asuma el papel de Paco Montesdeoca (bastante ocupación tiene el regidor con elegir la camisa a cuadros que va a juego con el pantalón), lo que no puede ser es que el primer edil no dé una al derecho, y le ponga sordina a todo lo que no le interesa o no lleve aparejada una subvención.

A finales del pasado año 2015, el Ayuntamiento recepcionó la primera fase de Santa Ana, y junto a ella, la estación de bombeo que se encuentra en la Loma de Santa Ana. A pesar de las advertencias acerca del mantenimiento que llevaba esa costosa instalación, la cual se encarga de la primera fase del tratamiento de una cantidad ingente de aguas residuales, el desastre no se ha hecho esperar: la mancha infecta que circundaba el mar junto a esa parte del acantilado, en unión de sus respectivos residuos, ha amainado a nuestra querida playa.

El motivo de ello es la absoluta dejadez y falta de interés que ha mostrado nuestro entrañable alcalde. A pesar del importante esfuerzo del personal municipal, que ha tenido que acudir junto al camión succionador hasta en 4 ocasiones durante la misma jornada, para quitar los restos putrefactos que la estación de bombeo no es capaz de extraer (los filtros y las bombas no han sido debidamente mantenidos, y ello ha afectado al conjunto de la maquinaria), el desastre no se ha hecho esperar: el mal olor producido por la materia fecal, las bolsas plásticas, e incluso algún que otro residuo sólido que prefiero omitir para no herir la sensibilidad del lector, han desembarcado en nuestra playa, ante los atónitos ojos de vecinos y turistas, quienes no han dudado en inmortalizar en vídeo el esperpéntico espectáculo.

Otra prueba incontestable de lo aquí denunciado es que los acantilados de Santa Ana, lugar un tanto singular por su pobreza vegetativa, parece el bosque de Parque Jurásico justamente en la zona situada delante de la estación de bombeo. Teniendo en cuenta que estamos en un lugar declarado Sitio de Interés Científico Acantilados de Alajeró por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias, además de ser un Área de Sensibilidad Ecológica (ASE) y una de las 28 zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), este tema no debería dejar impasible al resto de administraciones públicas, así como a las asociaciones protectoras del medio ambiente.

Para más INRI, y mientras ocurría esta lamentable situación, nuestro atento alcalde estaba entretenido en otros menesteres: anunciar a bombo y platillo la ejecución de las obras de ampliación de la playa, gracias a los presupuestos generales recientemente aprobados (por cierto, presupuestos generales que su partido, el PSOE, votó en contra).

Y mientras el alcalde disfrutaba de otro minuto dorado frente a las cámaras que tanto adora, siempre de espaldas al mar, en nuestra querida playa con su flamante bandera azul, se vivían momentos de indignación y rechazo ante una situación insólita.  
 
Estaría bien que, por una única vez, deje de entonar emocionados cánticos de solidaridad y se ponga a trabajar en este problema del que Ud. es su único responsable, y una vez resuelto, tenga la decencia política de emular al desaparecido ministro Fraga en la Playa de Palomares, y con su bañador estampado de flores exóticas, se dé unos chapuzones ante las cámaras y sus vecinos.

J. Elías Rodríguez Montesinos, Concejal G. M. por PP de Alajeró