Descansa en Paz, Presidente

Por Juan Francisco Martel Santana.-Existe en nuestro país la extraña tradición de hablar bien de las personas cuando fallecen, hasta el punto de que incluso los enemigos declarados glosan las beldades de su oponente una vez que este inicia el tránsito hacia el más allá. 

No es este el caso que me ocupa hoy, pues como hombre de centro y como persona que viví en mi juventud los difíciles momentos de la transición democrática que puso fin a cuarenta años de dictadura, no puedo por menos que rendir un sincero y sentido homenaje a D. Adolfo Suárez González.

Por encima de ideologías partidistas y consciente de que durante sus años de mandato presidencial hubo errores y aciertos, nadie puede negarle a D. Adolfo su habilidad extrema para timonear la nave de España en una época en la que no había un instante para tomarse un respiro, y las presiones y conjuras surgían de detrás de cada obstáculo que se salvaba. 

Con pulso firme, pero a la vez con talante y buscando siempre el acercamiento y el consenso, sumar y no restar, supo dirigir el país en un proceso que ha culminado en nuestro actual estado de democrático y de Derecho, y todo ello alejando los negros vaticinios de revueltas y estallidos sociales que no pocos observadores políticos locales y foráneos auspiciaban para una nación como la nuestra que salía de una dictadura que se había prolongado durante más de cuatro décadas.  Tal es así, que nuestro modelo de transición se estudia como ejemplo positivo en todas las universidades del mundo. 

Este papel preponderante, sin querer con ello quitar mérito a otros personajes que también fueron piezas clave para que se discurriese por cauces pacíficos y de entendimiento, convirtió al ex presidente Suárez  no solo en un político de altura, sino en un verdadero hombre de Estado que será recordado por la generaciones futuras como un mandatario determinante que desempeñó una labor importantísima en un periodo clave en la historia de España.  

     En mi memoria siempre quedará, entre una mezcla de orgullo y emoción, aquella vez que D. Adolfo Suárez visitó nuestro municipio y tuve la oportunidad de estrechar su mano por primera vez e intercambiar unas palabras con él en la mismísima Plaza de San Gregorio, al comienzo de mi andadura política.  Después hubo otras ocasiones en las que por fortuna volvimos a coincidir, y siempre en todas y cada una de ellas, pude sentir la cercanía y sencillez de una persona con gran carisma que ha sido, es y será único e irrepetible. No en vano fueron su estilo de hacer política y su forma de entender el servicio a los ciudadanos por encima de todas las cosas las razones que me impulsaron a entrar en las listas de un partido, y desde entonces hasta el día de hoy siempre he tratado de ser fiel al principio del diálogo como principal instrumento para la solución de conflictos y la búsqueda del bien común por encima de los particulares intereses.

 

    Por todo ello,  en el día de hoy, he propuesto a mi grupo político la presentación de una iniciativa ante el Ayuntamiento de Telde para que en se distinga públicamente a D. Adolfo Suárez González en nuestra ciudad, como político relevante que posibilitó junto a otros que hoy podamos disfrutar nuestro actual sistema de libertades.

Juan Francisco Martel Santana
Presidente CCN Gran Canaria y segundo teniente alcalde Ayto. de Telde.