Es el dinero, el petroleo que otros compramos por necesidad, el apoyo a monarquías absolutistas a las que ningún Gobierno tuvo lo que había que tener, para pararle los pies. A los paños calientes y la permisividad. Al ¿Café o té?, como si en un avión hubiésemos viajado. A no haber reconocido que en su momento la semilla fue plantada y este es el árbol que hoy tenemos.

Claro que estamos "acojonados". Mucho. ¿Cómo no lo vamos a estar?. Pero esta barbarie no nació ayer, ni hace dos o tres, o quizá 20 años. No. Se lleva fraguando hace muchas décadas. Antes de que muchos de nosotros estuviéramos y tuviéramos raciocinio. Mucho antes. Es el resultado de meterse en guatemala y salir por guatapeor. Y ¿ahora?. Ahora ya es tarde. Ahora no hay remedio. Ya no se puede deshacer lo que otrora fue hecho. Y no, no nos culpemos. Nosotros no. Ninguno. Pero, ya no podemos pedir responsabilidades.

Los responsables ya no están. Se fueron y aquí nos dejaron. Ya es tarde para el arreglo. Para la negociación. No. Ya no hay remedio. Tan sólo queda el odio impuesto. Tan sólo que, ellos o nosotros. Tan sólo queda, o eres lo que yo digo, o acabo contigo. Con los tuyos. Con tu generación. Tan sólo queda revelarse y sobrevivir. A cualquier precio, pero sobrevivir. Caiga quien caiga. Eso ya no importa. Es lo de menos. Sobrevivir. Ese es el objetivo. Porque pensamos en los que quedarán tras nuestro paso. Nuestros hijos y nietos. Que heredad les dejaremos. Vivimos en pánico. Claro. Perdimos hace tiempo el valor. Es innato.

Todo nos lo encontramos hecho. Por mucho estudiar tiempos pretéritos, nunca aprenderemos. De nuevo lo hemos hecho. Y ahora nos preguntamos, como antaño se preguntaron, ¿que hacemos?. Simplemente defendernos. Pero ahora mucho más difícil. Son tiempos nuevos, similares a los viejos y seguimos sin entenderlos. Sobrevivir. Por lo menos, hacer el intento.

Opinión de FRH

Nota de Redacción: El autor, al que tenemos plenamente identificado, ha pedido publicar con sus iniciales.