En su monólogo nos volvía a recalcar todo lo que ha hecho por los gomeros. Según él, cuando entró a la política todavía se guisaba con leña en las cocinas y fue él quien llevó la luz  eléctrica a los caseríos. 

Nos explicaba por qué él sigue siendo el único garante de la prosperidad de nuestra isla, aunque finalmente también reconocía que no hizo todo el trabajo él solo. ¡Menos mal que hemos tenido más de un dirigente que ha trabajado para el pueblo!

Lo que no entendí es: ¿qué fue lo que lo hizo a él tan imprescindible y tan memorable para La Gomera, que ningún otro político hubiera podido hacer en aquella época o en cualquier otro lugar? Supongo que en otros sitios del archipiélago también llevaron electricidad a los barrios, asfaltaron carreteras y ayudaban a los enfermos. Un argumento clave para su indispensabilidad fue la atención personal que prestó siempre a la gente, pero ¿atender a los ciudadanos no es un deber que todo político debe cumplir?  Y  ¿los tratos especiales para ciertas personas no son contrarios a derecho y carecen de la legitimación democrática? Siempre he creído que un logro importante de la democracia es precisamente la independencia de la ciudadanía respecto al parecer de los gobernantes. 
Recuerdo innumerables publicaciones enseñando a Casimiro Curbelo entregando personalmente contratos de trabajo, ayudas, subvenciones, becas etc. Me parece mucho culto hacia una persona que trabaja, como nos dice, “humildemente” para los ciudadanos. 

A pesar de la omnipresencia del Señor Curbelo, hubo también otros cargos públicos trabajando en el Cabildo de La Gomera. A veces aparecían al lado del presidente, que incluso dedicaba un artículo de opinión a “unos consejeros muy competentes”. Pero de esto ya no quiere saber nada. Los que hace una semana eran “tan competentes” ya no sirven para el “Proyecto Futuro Gomera”. Tiene que ser él y su nuevo partido, como nos asegura: “los experimentos son malos… como ya saben en Valle Gran Rey”. 

Parece que los que tienen otras ideas de hacer política tienen que esperar hasta que el presidente vitalicio abdique. Aunque por lo menos nos ofreció la absolución al brindarse a recoger los militantes de otros partidos en sus filas  ¿Otro acto de humildad?
Dijo que su proyecto sería “abierto para todos porque el poder está en la calle” ¡Qué revolucionario!, esperemos que no le vaya a crecer una coleta y organice círculos estilo Podemos. Y también se proclama ecologista porque “no vamos a renunciar a las energías renovables”. Aunque pienso que para creernos su talante ecologista y descartar dicha renuncia, hubieran hecho falta dedicaciones y actuaciones anteriores, ¿Dónde están estos proyectos ecológicos (realizados) a los que no quiere renunciar?

Pero claro, no debemos ser tan finos con nuestra critica en estos tiempos chungos mientras Casimiro Curbelo nos defiende contra los malos del PSOE, que “han traicionados a todos los gomeros” ¿Todos los gomeros? Bueno, quizás no nos hemos enterado todos de estas traiciones. Pero está bien saber que alguien nos protege y se encarga de nuestros asuntos. Y todo haciendo un trabajo humilde y altruista por los gomeros. ¿O somos mayores de edad y no queremos que otro hable por nosotros y nos utiliza en su lucha contra sus adversarios?

Y ¿si preguntáramos a la gente de El Hierro o La Palma por su vida, como el Señor Curbelo nos propone, sabríamos cuánto mejor se vive en nuestra isla mágica? Una magia necesaria para darse de baja de un partido, activar uno nuevo (que no es nuevo porque ya existe desde hace más de 3 años), preparar una presentación ante los medios de comunicación y anunciar su candidatura (que debería ser democráticamente aprobada por los órganos del partido) al Cabildo de La Gomera y al Parlamento Canario, y todo esto a lo largo de apenas 2 días.

Tampoco entiendo bien la diferencia entre el socialismo que representaba Casimiro junto con sus compañeros del PSOE durante 32 años, y el socialismo que empezó a representar en el momento de despedirse de su vieja y arrancar con su nueva formación política.

Seguramente hay explicaciones para todas mis dudas y lo que pasa es que no recibí bien la esencia del mensaje emitido por Casimiro Curbelo. Debería entenderla porque gracias al Señor Curbelo ya sabemos que “los gomeros son inteligentes”. Aunque quizás entender la historia del PSOE y de Casimiro Curbelo de los últimos 32 años y todas las maniobras actuales, no es cuestión de inteligencia sino del sentido común y de la voluntad de analizar críticamente el pasado y la situación real que vivimos en nuestra isla.

La voluntad para realizar autocrítica y preocuparse no solo por sus propios intereses, sino por el desarrollo sano de toda la sociedad y el bien común, nos abre el camino hacia la tercera opción de nuestro futuro: la transición hacia una verdadera democracia. 

Estoy seguro que a los gomeros no nos falta inteligencia sino confianza en nuestra propia fuerza para perder el miedo a los poderosos. No debemos tener miedo al cambio, debemos tener miedo a la estigmatización que ahora ahoga la creatividad y la libertad de nuestra gente. 

¿Un experimento? ¿Por qué no?, supongo que a la transición después de Franco los falangistas también la llamaron experimento. Hubo un tiempo en que seguramente también a Casimiro Curbelo le gustaban los experimentos. Pero claro, entonces era un joven idealista. Y cómo dicen los españoles: el poder corrompe, y más si ha gobernado 30 años.

Ralf Zinke, militante de Sí se puede La Gomera