Hace 25 años se cayó el Muro de Berlín
Unos meses antes nadie se hubiera podido imaginar que esto iba a ocurrir. Yo me crié en la República Democrática Alemana y había abandonado el país años antes, como mucha gente más, por falta de democracia y pluralidad.
Durante más de veinte años he conocido La Gomera, viviendo doce años en Lo del Gato y veo muchas similitudes entre la RDA y la situación que vivimos en el Estado español y en particular en nuestra isla.
La falta de democracia real, la creación de imágenes propagandistas para capturar la atención de la gente y evitar que se dedican a asuntos realmente importantes, el control de la gente a través de sus puestos de trabajo, el caciquismo y el enchufismo para favorecer a unos pocos que controlan los demás y una economía al borde del abismo.
En fin la falta de voluntad de aprender ha generado y sigue generando, situaciones insoportables para la mayoría de la población.
Los ciudadanos de la RDA, aunque sufrieron de una censura completa y represiones brutales, lograron a vencer con su revolución pacifista. Pues claro, ganó una mayoría, que fue durante muchos años controlada por un sistema pérfido. El último jefe del estado tuvo que exiliarse y cayó en el olvido.
¿Pueden los Gomeros aprender de estos hechos históricos? ¡Sin duda, sí se puede! ¡En política y sociedad todo es posible! Se puede cambiar el juego político con la participación ciudadana. Si no se trabaja continuamente en un desarrollo democrático y sostenible de una sociedad, se crean problemas cada vez más graves, que al final asfixian la libertad, la economía y la creatividad de la gente.
La única salida está en trabajar por transparencia y democracia participativa. La solución es trabajar en la inteligencia colectiva, recuperando el potencial constructivo de toda la gente, aprovechando los recursos abandonados de nuestra isla.
¡No nos engañemos: con la política y los políticos establecidos no tenemos futuro! ¡Aprendamos de la historia! Tenemos que cambiar la forma de hacer política. La voluntad y la buena fe mueven montañas.
Opinión de Ralf Zinke (Militante de Sí se puede-La Gomera)