En esa ocasión, mis entrevistados fueron, Miguel Reina, guardameta del Córdoba Club de Fútbol y padre de nuestro internacional Pepe Reina y el torero Sebastián “Paloma Linares” que también debutaba en el mundo del toro.

Mi “mentor” fue Pedro Fraile Nande, uno de los grandes periodistas de la época y por cierto alguien que se dedicó a ensalzar esta bonita ciudad de Las Palmas de Gran Canaria ya que vivió en la isla hasta su muerte hace ya algunos años. De “Nande” son algunas publicaciones controvertidas como “Sahara Vencerá” o “Cubillo, algo más que una anécdota” entre otros libros. De su mano fui entrando en los distintos ambientes peninsulares y especialmente cordobeses hasta que, una vez me “hice mayor”, emprendí otros horizontes que me llevaron a ser el corresponsal de José María García y su “Hora 25” de la Cadena Ser, así como de algunas revistas de carácter nacional como “Grada 25” y “El Correo de la Radio”.

El tiempo pasaba y la radio se convirtió en mi pasión y más tarde en mi instrumento diario de trabajo. Radio Mezquita en Córdoba, de la Rueda de Emisoras Rato, que después se convertiría en Onda Cero, me albergaron hasta mi jubilación, tarea que como Redactor Jefe de Deportes, compaginé con la Televisión Municipal de Córdoba y alguna que otra publicación.

En 50 años he vivido “de todo” y he conocido mil y una situaciones agradables y no tan agradables. Pero he llegado a este momento con un balance extraordinario y una cantidad de amistades extraordinarias que siempre llevaré en mi corazón. Desde mis jefes en Madrid, Javier Ares, Javier Ruíz Taboada, Paco Reyes, José Antonio Luque, pasando por mis compañeros del Radioestadio nacional, hasta compañeros en Córdoba como Pepe Cañadillas, Paco Sicilia, Joaquín Ramírez, Pablo Castro, y otros muchos que harían una lista interminable y terminando por un gran director como fue Manolo Alberola, a todos ellos les debo mi agradecimiento. Por supuesto que también a todos mis lectores y oyentes con los que siempre tuve una gran complicidad.

Y después de 50 años, y desde mi retiro en estas maravillosas islas quiero soplar una vela imaginaria y agradecer a tanto canario que me ha felicitado, sus muestras de apoyo, que quizá sean las que me han faltado desde la tierra que me vio nacer, posiblemente sea verdad eso de que “no eres profeta en tu tierra” y mi manera de ejercer el periodismo de forma independiente y veraz, hayan sido los motivos por los que siempre me negaron la entrada en la Asociación de la Prensa de Córdoba, y ni me hayan querido reconocer ser el decano de los periodistas cordobeses.

Gracias a todos.