Infamia a La palma (Por Óscar Izquierdo)
Los políticos con responsabilidades de gobierno actúan, hacen lo que pueden o quieren, otra cosa, es calibrar si lo realizan correctamente o por el contrario, ejecutan verdaderas chapuzas. Habría que analizar, con detenimiento, que producen los gobernantes, para lograr determinados resultados y a través de qué medios lo hacen. La Administración, es el aparato burocrático, a través del cual se implementan las políticas públicas, donde hay que destacar el papel clave de los funcionarios, su indudable y demostrada capacidad para modular las distintas actuaciones, según sus intereses corporativos o las exigencias del entorno. Es decir, cuanto más mediocre es el político que está en el cargo, más empoderado se hace y siente el empleado público, generalmente con altas responsabilidades, que actúa como un reyezuelo de un reino de Taifa, que es el Servicio Administrado que dirige, ante la ignorancia supina de su superior gubernativo.
El sector de la construcción presentó, en una reunión mantenida en la sede de FEPECO, a la directora del Instituto Canario de la Vivienda, ICAVI y a su Jefe de Servicio, soluciones habitacionales, es decir, viviendas modernas, eficientes, sostenibles, con todos los requisitos del Código Técnico de la Edificación, con las máximas calificaciones energéticas, de empresas locales y canarias, con el fin de que fueran tomadas en cuenta, para su construcción e instalación en La Palma, para convertirlas en hogares decentes, decorosos, vivibles alegremente, con calidad de vida y habitabilidad saludable.
En dicho encuentro, se acordó que por parte de funcionarios del ICAVI, se haría una visita a las instalaciones de cada una de las empresas, para comprobar los distintos sistemas constructivos industrializados. Nunca fueron, ni se les vio. Pasado un tiempo, la directora de dicho centro gubernamental nos pidió urgentemente, un fin de semana, los proyectos, porque el lunes siguiente los tenía que presentar en un Consejo de Gobierno que se iba a celebrar en La Palma. Después, vuelve el silencio y nos enteramos, sorprendidos, por los medios de comunicación, que el Gobierno Autonómico había optado por casas de madera y contenedores, por cierto, después de la erupción del volcán, lo más dañino para la isla, vergonzoso e indignante. Y encima, sin vergüenza y para disculparse, culpabilizan a una alcaldesa, de pedirlos expresamente por escrito, para defender lo indefendible.
Falta decir y esclarecer lo más importante, desde la Administración Autonómica, al contrario de lo que nos dijeron, es decir, desde el Instituto Canario de la Vivienda ICAVI, NUNCA, presentaron a los alcaldes las propuestas del sector de la construcción local, canario, oficial y profesionalizado como se habían comprometido con FEPECO. Dando la espalda a nuestro tejido empresarial, que tenía una oportunidad inmejorable, para demostrar su potencialidad, capacidad de reacción, modernidad y capacitación técnica, para acometer la urgencia habitacional en La Palma de manera rápida, eficaz y eficiente, con el menor tiempo posible. Alguna explicación, creíble, tendrá que hacer el ICAVI, para denostar lo que era bueno y apostar por lo peor.
Ahora ya estamos, a nivel privado, construyendo lo que en su día se le ofreció al Gobierno de Canarias y lo ignoró ignominiosamente. En cambio, los palmeros, si valoran las casas apropiadas, nobles y meritorias, que ya estamos ejecutando en la isla, a petición privada. Los contenedores, actualmente instalados, son recipientes de carga para el transporte de mercancías, no para hogares familiares y las casas prefabricadas de madera, están muy bien para que el Gobierno de Canarias organice campamentos de verano para los escolares de las islas o convenciones y congresos para sus distintos partidos políticos. Desde el ICAVI, se dice que son soluciones provisionales, pero si han tardado un año para su instalación, ya podemos suponer que no se quitarán nunca, ahí tenemos los barracones en los colegios del sur de Tenerife, que eran provisionales y llevan décadas, de forma denigrante, llenándolos de niños.
Oscar Izquierdo
Presidente de FEPECO