Las instituciones gomeras y sus amistades peligrosas
Ramiro Cuende, el arquitecto en cuestión, fue concejal socialista en el ayuntamiento de Santa Cruz y a partir de ahí, ha ido consiguiendo obras en muchas instituciones gobernadas por los socialistas, casualidades de la vida.
Supongamos que usted va a realizar unas obras en su vivienda y busca asesoramiento. Alguien, que sabe del tema, le da referencias de muchas empresas que pueden hacer el trabajo de manera aceptable y a precios razonables; pero le dice además, que hay una empresa a la que no debe recurrir por nada del mundo ya está denunciada por llevarse el dinero y no hacer el trabajo.
Con tales datos ¿Usted qué empresa escogería? ¿alguna de las que le dieron buenas referencias o la única que le recomendaron no escoger? La respuesta parece bastante clara, salvo si eres una institución pública gomera que opta por la opción mala porque 1. Son tontos, que es la respuesta más sencilla a priori o 2. Se pasan de listos (listillos) y piensan que los tontos somos todos los demás… Pero para poder entender el por qué de tal decisión ilógica, debemos incorporar una nueva variante a la que llamaremos “la amistad”
Ramiro Cuende, el arquitecto en cuestión, fue concejal socialista en el ayuntamiento de Santa Cruz y a partir de ahí, ha ido consiguiendo obras en muchas instituciones gobernadas por los socialistas, casualidades de la vida. En el año 2.006, gobernando el ayuntamiento de Buenavista del Norte el también socialista Aurelio Abreu (ahora vicepresidente del Cabildo de Tenerife) se pagaron 160.000 euros de las arcas municipales para la redacción de un proyecto de ejecución de una residencia de ancianos. Tal dinero se evaporó, es decir lo robaron y la residencia de ancianos la llevan esperando desde hace 8 años, asunto lóbrego que está en manos de la Fiscalía.
Con ese pasado tan dudoso, que en condiciones normales te dejaría sin trabajo por lo menos hasta que se resolviera la sentencia ¿Cuál es el sitio ideal para desembarcar? Por supuesto que La Gomera, la isla del pirateo con dinero público por excelencia. En una isla de bucaneros, donde el destino del dinero público siempre es oscuro y “la amistad” es la base de todas las relaciones, el desembarco de Ramiro Cuende no era sino cuestión de tiempo.
El amigo Ramiro ha pasado a convertirse en el arquitecto de cabecera de las instituciones gomeras y se ha hecho cargo del Mirador de Juan Rejón en Valle Gran Rey, aquel que se dijo que el pueblo le había dado el visto bueno, porque se presentaron con el proyecto ya hecho y se lo enseñaron a la gente cuando ya no se podía meter cuchara (hacer un proyecto y enseñarlo es lo que el Cabildo entiende por participación ciudadana) para el que el Gobierno de Canarias concedió un millón de euros y se dijo que el plazo de finalización sería de 8 meses… y estamos en el ya veremos.
Y también se ha hecho cargo el amigo ex concejal socialista Ramiro, del mirador del Cristo en San Sebastián de La Gomera, cuya estatua y entornos llevan mucho tiempo dando grima y vergüenza ajena pero ahora hay que acometerlo todo aprisa y corriendo antes de que lleguen las elecciones.
Con el ritmo frenético que llevamos, es de suponer que a cada gomero le acabará correspondiendo un mirador en propiedad y sospechamos que a Ramiro Cuende, mientras resuelve sus problemas legales en Tenerife, se le ha aparecido la virgen en forma de “amigos” en La Gomera… ¿dónde si no?
Ya eso de que las obras se deben adjudicar por concursos públicos (en La Gomera los concursos se llaman elecciones a dedo), exponer por un tiempo determinado, aceptar la opinión de los ciudadanos y cosas por el estilo, lo dejamos para donde haya democracia. Donde hay amistad, que se quite la democracia, es más, que se quite hasta la ley.
Colectivo La Gomera Se Mueve