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martes, 17 de diciembre de 2024 00:00h.

De nada valen los rezos en la quimera

Por Antonio K. Ros Soler.- Ahí afuera, los criminales siguen invadiendo, y tras ellos los colonos y soldados regulares siempre obedecen corrigiendo las fronteras; las balas sacralizan el despojo, la legítima defensa...

Nunca hay una guerra agresiva que no diga ser una “justificada guerra defensiva”...

Recuerdo que Hitler invadió las tierras magiares
para 'evitar' que Polonia invadiera Alemania;
Bush invadió Irak con incendiarias combinaciones
químicas, ‘evitando’ que los iraquíes 'invadieran'
el Mundo a 'pedradas de destrucción masiva'...
 
Bañados en sangre, granadinos o colombianos,
chilenos, argentinos, salvadoreños, ucranianos…,
expiaron su mala conducta; de entonces acá,
muchos más tuvieron dictaduras y botas militares
sometiendo las tierras y la vida de sus hijos.
 
“La Democracia es un lujo que no todos merecen”,
deben sentenciar las curias de todos los credos
celestiales, monoteístas de cruz o media luna,
filibusteros, ególatras del mercantil enredo 
que al de enfrente sentencian con su plaga...
 
Cohetes caseros, los tics de la impotencia,
ayer acorralada en la Franja de Gaza;
lanzados sin atino al otro lado de las sierras
que antes habían sido enclaves palestinos
y que los hijos de Sion usurparon sin remedo
ni respeto a otros hijos de otras madres,
de otros hijos de otros hombres sin tierra.
 
La desesperación, a la orilla de la locura suicida,
siempre es la madre y el padre de la bravata
que anegan el derecho a la existencia judía:
gestos y gritos sin conciencia, mientras se niega
desde tiempos pretéritos el derecho
de Palestina y la pervivencia de su pueblo.
 
La crueldad de los actos voraces la justifican
los títulos de propiedad, que la Biblia otorga
tras veinte siglos de persecución y destierro,
y que el pueblo judío aplicó a su vecino;
insurrectos herejes en esa ONU exenta
de todo, cómplice y ciega, sin leyes ni paces.

…Y el pánico que genera tener que subsistir
siempre parapetados en el acecho.

La sangre derramada, impotencia primera;
todo un pueblo que solo de injusticia se alimenta
y cuyos hijos aprenden que para ser mordaces
en el ‘ojo por ojo’ hay que luchar con lo que sea:
su dignidad y su razón a nadie escarmienta…
¡Ni valen de nada los rezos en esta quimera!
 
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(*).- Esta ofensiva israelí fue denominada ‘Operación Plomo Fundido’, que dejó un saldo de cerca de 1.600 palestinos muertos y casi 6.000 heridos. Este ha sido el ataque más sangriento en la región desde la ‘Guerra de los Seis Días’, en 1967. (Publicado por Américo Roca Dalton).

En solidaridad con el pueblo de GAZA: Israel bombardea la ciudad palestina,
y causa otro genocidio en la Franja de Gaza