Por una pensión y jubilación digna para los ciudadanos.
Por Jonás González.-Desde Izquierda Abierta Canaria creemos que la nueva reforma de las pensiones supone un drama para los jubilados.
La Ministra de trabajo, ha presentado a los agentes sociales una reforma de las pensiones que empobrece la vida de los pensionistas. Quizás sea un buen momento para observar la reacción de algunos sectores dentro de los sindicatos mayoritarios y ver hacia dónde se postulan.
Si tenemos en cuenta, que son los pensionistas quiénes en estos momentos sostienen la economía de muchos hogares españoles dónde la mayoría de sus miembros están en el paro, evitando incluso (un estallido social), esta reforma no hace otra cosa que agravar la situación de pobreza en las familias.
Este gobierno que presume de haber congelado las pensiones, es el mismo que impuso el copago de recetas médicas (el 10% para los pensionistas). El mismo que ha disminuido los servicios de ambulancias y, en muchos casos, obliga al enfermo, muchos de ellos jubilados, a pagar el servicio. El que ha propiciado el cierre de ambulatorios en el extrarradio de las ciudades y en zonas rurales. El mismo que ha excluido 417 medicamentos de la subvención de la seguridad social (muchos de ellos para enfermos crónicos) y que las farmacéuticas se han apresurado a aumentar el precio de los mismos (hasta un 20%). El que ha eliminado la paga única compensatoria anual, por la subida del IPC consiguiendo por todo ello rebajar el poder adquisitivo de los pensionistas.
Para las futuras pensiones, se oscurece aún más el panorama, pues la nueva reforma no sólo aumenta la edad de jubilación (67 años), penaliza también la longevidad de los ciudadanos pues a partir del 2019, cuánto mas años cumplamos, más se rebajaran nuestras pensiones. En el 2014, las pensiones subirán un mínimo de 0,25% mas el aumento del IPC siempre y cuándo éste no sea superior al 1,5%, además se tendrá en cuenta los ingresos de la unidad familiar para poder disminuir así la pensión. Se aumenta en dos años la edad de jubilación y nos recomiendan que trabajemos hasta los 70 años, luego hay que morirse para ahorrar al Estado pensiones y atención sanitaria.
En su obsesión por los ingresos y gastos el Gobierno propone que coticemos un mínimo de 38 años para poder jubilarnos a los 65, y se computarán los últimos 25 años para calcular la pensión a recibir (actualmente son 15 años). Se aumenta de 52 a 55 años la edad para percibir la ayuda de prejubilación para los parados de larga duración.
Para colmo de males, está previsto la revisión de la paga de viudedad (en estos momentos es vitalicia) sustituyéndola por una paga única o una prestación temporal. Desde Izquierda Abierta Canaria, creemos que:
Esta reforma nos obliga a trabajar más años y a cotizar más tiempo, para cobrar una pensión que en la mayoría de los casos está por debajo de nuestras expectativas. Que esta postura neoliberal ante las pensiones nos empuja a contratar un plan de jubilación beneficiando a las compañías de seguros, no nos extrañemos si en poco tiempo vemos a ex ministros o ex-altos cargos del gobierno trabajar para estas compañías.
Creemos en pensiones dignas, para que no haya pensionistas de primera y segunda clase.
Proponemos una subida de las pensiones acorde con la inflación y la subida del IPC. Exigimos la vuelta de la paga única compensatoria para todos los pensionistas. La eliminación del copago sanitario. La gratuidad de los fármacos para los pensionistas. Que se vuelvan a financiar los medicamentos excluidos y equiparar las pensiones que en estos momentos están por debajo del salario mínimo. Y por último, pedimos respeto y dignidad para la tercera edad.
Jonás González.-Responsable de comunicación de Izquierda Abierta Canaria