El puerto de San Sebastián, “el mejor de todos cuanto hay en estas islas”
Por Pablo Jerez Sabater.-Por tres ocasiones sirvió este puerto de encuentro entre Colón y La Gomera o, si nos atenemos a la crónica rosa de la época, al reencuentro de dos viejos conocidos: el Almirante y la Señora de la Isla, Beatriz de Bobadilla.
El puerto de San Sebastián es “el mejor de todos cuanto hay en estas islas”. Esta afirmación fue realizada por el ingeniero cremonés Leonardo Torriani en el siglo XVI y sirve al caso para explicar la importancia histórica de esta bahía natural como lugar clave en la travesía hacia las Indias occidentales.
El mismo cronista aseguraba que “es grande, limpio e defensible”, lo que explicaría la cantidad de navíos que fondearon sus aguas desde aquel año de 1492 en el que quedaría para siempre inscrito en la Historia en el primer viaje del Descubrimiento.
Por tres ocasiones sirvió este puerto de encuentro entre Colón y La Gomera o, si nos atenemos a la crónica rosa de la época, al reencuentro de dos viejos conocidos: el Almirante y la Señora de la Isla, Beatriz de Bobadilla. 1492, 1493 y 1498 fueron los años en los que la armada tomó puerto en La Gomera antes de emprender el largo camino, que solía demorar una media de entre 20 y 25 días antes de llegar a tierras antillanas.
La imprecisa historia de amistad entre Colón y Bobadilla, de existir de facto, tuvo que nacer de un encuentro en Santa Fe en Granada, con motivo de la estancia de la corte en este campamento previo a la toma de la entonces ciudad nazarí. Ella había sido dama de la reina Isabel de Castilla y es de sobra conocida la presencia del Almirante en aquella zona durante este mismo año de 1492. De ser así, se explicaría las facilidades dadas por la Señora de La Gomera a Colón para proveerse en San Sebastián.
Quizá el hecho fundamental para San Sebastián y su puerto no sea tanto el agua que tomó –y que para siempre quedará en la tradición- del pozo de la aguada en el viaje del Descubrimiento. Un año después, en el segundo viaje, con 17 navíos, proveyó el Almirante de animales gomeros para hacer la primera cabaña de ganado doméstico en tierras Antillanas. Antonio Tejera Gaspar lo explica con profusión en su libro “Colón y La Gomera. La colonización de la Isabela (República Dominicana) con animales y plantas de Canarias”.
Refiere el historiador una cita reveladora sobre esta cuestión tomada del cronista de Indias Bartolomé de las Casas:”[…]e, por eso, a media noche, torna a alzar las velas, y el sábado siguiente, a cinco de otubre, tomó la isla de la Gomera, donde estuvo dos días, en los cuales se proveyeron a mucha priesa de algunos ganados, que él y los que acá venían compraban y metían, como becerras, cabras y ovejas”.
Así pues, el puerto de San Sebastián no debemos entenderlo solamente como encrucijada en la ruta americana, ni siquiera pensar en la epopeya colombina como un hecho que se produjo en 1492 por el avituallamiento del Almirante; que muchos de los animales domésticos existentes en tierras de las Indias provengan de la Isla es un hecho significativo que merece ser recordado por su importancia histórica.