Sentir que 19 años es nada pero, también mucho (Por Noelia María Pérez González)
Cantaba Gardel por vez primera allá por un lejano 1935 que, “Sentir, Que es un soplo la vida, Que veinte años no es nada…” y aunque no son veinte , más bien diecinueve los que llevo al frente de la Primera Residencia de Mayores de titularidad del cabildo Insular en Hermigua, los mismos y echando atrás la vista, me parecen un instante, que han pasado sin darme cuenta.
Pienso que, esto me sucede porque desde que entre a formar parte de aquel primer equipo encargado de dispensar los cuidados y atenciones que nuestros mayores merecen, sentí que estaba por fin en mi sitio, haciendo lo que tanto me gusta.
Pero a pesar de parecerme que los años vividos no han sido tantos, lo que si he tenido es la suerte de haberlos llenado y mucho con las vivencias de todos los que he tenido la gran suerte de tener en “mi residencia”. Años de anécdotas, de risas, de complicidades en los que, si por una parte he procurado esten atendidos, ellos han llenado mi vida con su experiencia y de su sabiduría, que es mucha.
La primera foto, me recuerda cuando hace diecinueve años comenzaba con este proyecto, empezar en un Centro en Hermigua.
Lo hice con mucha ilusión, y también con la ilusión de saber estar esperando a mi hija Celia que nacería en unos meses.
Fue un 2004 de muchos proyectos, contenta y orgullosa porque el Cabildo de La Gomera contara conmigo para comenzar con el primer centro de mayores que el Cabildo ponía en funcionamiento. Diecinueve años después, se dice rápido… diecinueve años desde la primera foto con ellos hasta esta última, sintiendo la misma responsabilidad e ilusión que el primer día que crucé esta puerta.
Ha sido un camino largo y no siempre fácil, pero junto a todo el personal que en estos años ha pasado por el centro y también a los que no son tan visibles ha sido mejor.
Quiero dar las gracias a los compañeros del Cabildo, gracias siempre por ayudarme , centro de Salud de Hermigua y Agulo, Ayuntamiento de Hermigua y Agulo, Farmacia de Agulo y Hermigua, Hospital Nuestra de Guadalupe, al Equipo de Urgencias y una mención especial a la Unidad de Cuidados Paliativos, los chicos de la ambulancia, el servicio de taxis… los chicos de mantenimiento, electricistas, fontaneros, técnicos, tantos y tantos que siempre han estado para ayudar, el padre Hector, y a mi familia en especial por siempre creer en mi.
Soy muy afortunada de haber podido compartir con cada uno de los usuarios del centro parte de su vida, son maestros en esto de luchar, de no rendirse. Me quedo con muchos momentos preciosos, cada cumpleaños, cada Navidad.
Me quedo con sus ocurrencias, con sus sonrisas y hasta con sus enfados. Me quedo con sus días buenos y sus días malos. Con todo aquello que los hace felices estando aquí.
Gracias a las familias por confiar en mí trabajo, ellos me han hecho crecer como persona confiando siempre en mi, por estar a nuestro lado para hacer de esta Residencia un hogar.
Gracias a todos los mayores, porque sin ellos nada tendría sentido...ha sido un verdadero placer estar a vuestro lado estos diecinueve años. Me quedo con cada uno de ustedes para siempre en mi corazón. En mi memoria siempre estarán todos los que han pasado por el centro.. gracias por enseñarme cada día a ser mejor persona.