Autonomía personal pero a su ritmo, no al de los demás
¡Vaya si lo son!, hay que darles su tiempo y espacio y a día de hoy cada vez lo tengo más claro…primero él, segundo él y siempre él y los demás si tienen prisa que corran.
En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad hoy voy a hablaros de lo importante que es la autonomía personal para personas con DC. El otro día escribí al respecto y hoy como he prometido, retomo el hilo.
Finaliza el día y para Tono hoy fue todo un logro.
La autonomía tan necesaria para todos...Para las personas con DC es superimportante.
Es una lástima que muchas personas sigan pensando que son niños toda la vida; y no les dan
la libertad necesaria para que adquieran autoconfianza y se sientan realizados salvando, o al menos intentar salvar todos los obstáculos que la vida les pone por delante.
Hoy estoy muy orgullosa de ver a Tono dando lecciones a los que no quieren ver que su autodeterminación es imparable.
Esto me da para escribir mi próxima columna para Gomera Actualidad.
El tema merece la pena ser bien explicado para quienes no lo entiende o no lo quieren entender.
Hace muchos años, no recuerdo bien los años que tendría, pero era muy jovencito, fuimos su padre y yo con él para sacar su primer DNI y sucedió lo siguiente: Cuando nos tocó la vez para rellenar los papeles, poner la huella digital y firmar, se formó gran cola porque Tono tardaba en hacer esos trámites, el funcionario me dijo, -si no sabe firmar, con la huella vale o que ponga una cruz….
Yo le contesté, -no tiene que poner ninguna cruz porque él aunque le lleve tiempo va a firmar como cualquier ciudadano, solo necesita su tiempo.
El funcionario me contestó; -es que mire que cola hay... -No se preocupe que mi hijo no va a entorpecer a nadie, me fui con Tono a una esquina, saque la muestra que le había hecho en casa para que la copiara y listo, la firmo y todo siguió su curso. Si hago caso al funcionario mi hijo hubiera puesto una cruz, pero como él estaba capacitado para firmar así lo hizo.
Su padre también decía, -es que hay mucha gente y se forma mucha cola...
- No vamos a entorpecer a nadie, me pongo con él en una esquina y listo, los demás que vayan pasando y cuando haya firmado retomamos nuestro lugar en la cola.
La mayoría de las veces somos los padres los que pensamos que no son capaces…
¡Vaya si lo son!, hay que darles su tiempo y espacio y a día de hoy cada vez lo tengo más claro…primero él, segundo él y siempre él y los demás si tienen prisa que corran.
Por aquellos años pensábamos Uff...puede molestar su comportamiento. Parecía que estábamos mendigando la comprensión de los demás. No nos parábamos a pensar que él como cualquier otro ciudadano, tenía o debería tener los mismos derechos.
Eran años muy difíciles porque la empatía brillaba por su ausencia.
Otro logro que consiguió Tono para su autonomía fue el siguiente:
Cuando iba al colegio de Enseñanza Especial, un autobús los iba recogiendo por zonas. Siempre lo acompañaba porque tanto su padre como yo teníamos miedo que le sucediera algo, siempre tendemos a protegerles, y no nos damos cuenta que tenemos que ir soltando amarras porque el día que faltemos los padres lo van a tener muy crudo.
Entonces yo tuve una charla con Tono y le expliqué que iba a dejarle ir solo a la parada:
-Tono tienes que acostumbrarte porque si un día estoy enferma y no te puedo acompañar y tu padre tampoco porque está trabajando, si tú adquieres autonomía lo puedes hacer, eres ya mayor y sé que lo harás perfecto.
-Si mamá yo lo puedo hacer, me contesto todo contento.
Al día siguiente cuando salió para la parada me fui detrás sin que el me viera.
Cuando llegó al portal abrió la puerta y cuando llegó a la carretera espero a que el semáforo se pusiera verde y cruzó tranquilamente, llegando a la parada sin ningún contratiempo.
Al regreso tampoco le fui a buscar porque a pesar del temor que sentía, decidí que era hora de ir soltando amarras.
Llego pletórico, - ¿mamá lo he hecho bien?
¡Claro cariño! Eres un campeón
Él sabe perfectamente donde vive, el piso y la letra, porque siempre he trabajado al menos lo más elemental para su autonomía.
Es cierto que el darle autonomía tiene efectos secundarios pero también cuando tomamos medicinas corremos ese riesgo.
Siempre hay efectos colaterales, pero las tomamos igual pensando más en su efectividad que en sus posibles efectos adversos.
Un día de los que se fue a la parada, como a la hora de haber salido, llaman al telefonillo y me dicen:
Buenos días, soy la policía ¿puede bajar un momento?
Yo pensé que su padre había tenido un accidente (había marchado de viaje esa misma mañana) pero me dijeron, –tranquila, baje y le decimos… Os podéis imaginar lo que me paso en un momento por la cabeza?
Cuando bajo veo a Tono en el coche de la policía tan pichi.
Ellos me dijeron que estaban haciendo una ronda y que lo vieron caminando, como Tono es muy popular, la policía lo conocía, se bajaron del coche y le preguntaron a dónde Iba y él les dijo que iba para el colegio.
Le dijeron, anda sube al coche que te llevamos a casa...
Al final ellos mismos lo llevaron al colegio, la directora cuando ve llegar a la policía con Tono como pasajero no lo podía creer.
Él pretendía hacer todo el recorrido que hacia el autobús pero andando, como unos 6km de nada.
Estos son los efectos colaterales de darles alas para que puedan volar.
Aunque muchas personas piensen que es mejor tenerlos bajo su protección....No saben el daño que les están haciendo, porque están incapacitando a esa persona no confiando en ella.
Es cierto que cada persona es un mundo y lo que vale para unos no sirve para otros.
De todas maneras dentro de sus discapacidades, hay enormes capacidades...no les quitemos lo que pueden hacer porque es frustrante para ellos, apoyar siempre en las dificultades que puedan tener, pero no en lo que pueden hacer.
Bastantes dificultades les ha puesto la vida, como para quitarles la libertad de decidir y hacer lo que les da satisfacción personal por todos los logros alcanzados.
Lo demás es involucionar y retroceder en todo lo conseguido...Eso no tiene perdón.