Cabreada y "todas las adas" con los espabilados para vacunarse
En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad hoy deciros que estoy cansada, agotada y muy cabreada con toda esa gentuza (por decirlo de manera suave) que se pasa por el arco del triunfo, el orden y los protocolos de las vacunaciones.
Entre otros que no se sabe, están obispos, sacerdotes, militares, alcaldes, políticos varios y de todos los colores. Las personas adultas con distintas capacidades que están atendidas en sus casas por madres y padres mayores (por lo tanto de riesgo también) ¿hasta cuándo tienen que esperar por las vacunas?
Según se decía los primeros iban a ser como es lógico todo el personal sanitario y sociosanitario.
A continuación las personas mayores que están en residencias. Y, seguidamente las personas con discapacidad.
Se sabe que en algunas residencias o centros ya se han vacunado, pero repito, los que no están institucionalizados y están en casa desde marzo porque por temor al contagio hemos preferido que no acudan al CAI (Centro de Apoyo a la Integración) y los hemos dejado en casa… ¿Para cuándo los piensan vacunar?
¿Ya no es grupo prioritario o han dejado de serlo en detrimento de los arriba mencionados?
¿A qué esperan para inmunizar tanto a ellas como a sus padres?
No se debe olvidar que los padres de personas adultas con distintas capacidades ya somos mayores, estamos en el grupo de riesgo y estamos atendiendo a personas vulnerables y en algunos casos con patologías.
Igual que el personal sociosanitario han recibido la vacuna porque están atendiendo a personas dependientes, las madres también deberíamos formar parte de ese grupo.
Somos cuidadoras sin sueldo, estamos ahorrando dinero al Estado y para nosotras no hay vacaciones ni descanso, estamos al pie del cañón las veinticuatro horas al día y para más inri ya tenemos una edad que de trabajar fuera de casa ya estaríamos jubiladas o a punto de hacerlo. A ver si los políticos toman nota y en vez de hacer la vista gorda ante tanta corrupción y meteduras de mano en la caja, demuestran tener mirada periférica y ven lo que hay alrededor en general y en el mundo de la discapacidad en particular. (Nombro a las madres porque el cuidado de los hijos o familiares dependientes siempre recae todo el peso en nosotras; no dudo que haya padres que también lo hagan pero son los menos (al menos los de mi hornada) hace falta mucha educación en este aspecto para que comprendan que los hijos y las responsabilidades deben de ser compartidas al cien por cien)
Para acabar no puedo por menos que mencionar a esos obispos o sacerdotes que se han vacunado saltando el orden y les dejo unas preguntas.
¿Dónde han dejado olvidado el mensaje de Jesucristo?
¿Por qué les entra tanta prisa por vacunarse?
Según algunos decían el virus es un castigo divino por tantos pecadores que pululan sin control…Ahí lo dejo…