Distintas Capacidades y distintas atenciones
En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad, (aunque con retraso ya que esta columna tendría que haberla enviado el sábado pero las cosas a veces se complican, la vida en un segundo cambia por completo).
Hoy voy a escribir sobre un tema que es de juzgado de guardia, que en pleno siglo XXI ocurran estas cosas dice mucho y mal de cómo se gestiona la sanidad cuando hay por el medio personas vulnerables y/o con DC (Distintas Capacidades)
El 9 de septiembre dos hombres adultos tienen un accidente de tráfico. Cuando ocurre esto el protocolo a seguir es:
Inmovilizar a los accidentados, no dejar que se muevan hasta que lleguen los sanitarios y les presten los primeros auxilios.
El accidente fue tremendo, al conductor lo tuvieron que excarcelar los bomberos.
Una vez trasladados al Hospital Universitario San Agustín (Avilés) al conductor le hacen toda clase de pruebas, analítica de sangre y orina, radiografías, ecografía y para más seguridad según palabras del facultativo “por si acaso la ecografía no dice la verdad” también le hacen un escáner con contraste para mirar que los órganos internos no estén afectados, una vez hecho todo le dejan en observación hasta el día siguiente. Hasta aquí todo correcto, trato exquisito de todo el personal sanitario.
Al copiloto a pesar que llevó el mismo batacazo que el conductor no le tratan igual, el copiloto es más joven 46 años, pero el impacto fue brutal, la rueda derecha de la parte delantera reventó del golpe, el motor del coche era un amasijo de hierros. Sin embargo al copiloto no lo inmovilizan, va sentado en la ambulancia, en el hospital le hacen una radiografía, y una exploración superficial, le toman la presión, le miran las pupilas y ya, ni le hacen ecografía y mucho menos escáner, por supuesto no le dejaron en observación.
El copiloto tiene un hematoma enorme que le deja la marca del cinturón de seguridad, otro hematoma en el pecho, le duele el cuello, el pecho y la espalda, tanto es así que el sábado ambos tienen que ir de nuevo por urgencias, al conductor le pusieron collarín y al copiloto le hicieron análisis de sangre y orina y una ecografía, pero a diferencia del conductor no le hicieron escáner para asegurarse que los órganos internos están perfectos.
Tal vez los lectores se pregunten por qué hay esa diferencia en las pruebas entre el conductor y el copiloto, y ahora os lo aclaro.
El conductor es un adulto de 70 años y el copiloto un adulto de 46… ¿Tal vez por eso la diferencia?
-Para nada
La diferencia es que el copiloto es una persona con DC (Distintas Capacidades) y por lo que se ve y queda patente estas personas son ciudadanos de segunda.
La preguntas que hago a toda la clase política y a la sanidad ¿Dónde están los protocolos en sanidad para las personas con DC?
¿Por qué no hay sanitarios formados para atender a estas personas?
Las personas que están dentro del amplio abanico del trastorno del espectro autista, algunas de ellas no verbales (no es el caso del que hablo) no pueden decir donde les duele.
Estas personas tienen el lumbral del dolor muy alto, pueden tener un hueso roto, una lesión interna, las cervicales destrozadas y como no se quejan, cuando acuden a su centro de salud u hospital para nada se les tiene en cuenta, primero porque no se quejan y segundo porque (como es el caso de Tono) no colaboran cuando les exploran. Cada vez que tiene que ir al dentista lo hay que llevar al Centro Medico de Oviedo para allí dormirle.
Hacen falta protocolos en centros de salud y hospitales para atender sus necesidades como se merecen. Los sanitarios los tratan como buenamente pueden pero eso no es suficiente.
Me consta que en teoría hay protocolos pero no los llevan a la práctica.
Sé de lo que hablo porque el copiloto es nuestro hijo y el conductor es su padre.
Hemos tenido que escuchar de un médico de la Mutua (seguro del coche) que si a nuestro hijo le doliera por donde dice no se tendría en pie y que hacerle un escáner es muy caro…. Aquí lo que prima es ahorrar y los pacientes que se apañen como puedan.
Es justo decir que todo el personal sanitario, bomberos, policía, guardia civil trataron a Tono con mucho cariño y empatía.
Cuando a los dos días del accidente tuvieron que ir padre e hijo de nuevo a urgencias les comenté a los sanitarios las características de Tono y ellos tomaron nota, le dieron su tiempo para responder le iban explicando lo que le iban hacer y Tono se dejó hacer la ecografía mientras hablaba con el médico y las enfermeras.
Espero que tomen nota los políticos y el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) para que tengan en cuenta a estos pacientes que son como los demás, aunque sus características son diferentes.
Ellos sufren, sienten y padecen como los demás mortales pero como no muestran su dolor como nosotros pues no se les tiene en cuenta.
A ver cuándo de una buena vez se dan charlas sobre este tema y cursillos para que el personal sanitario tome nota.
La falta de interés la disfrazan de ignorancia, pero a estas alturas de la película no cuela.
No estamos en los años cuarenta aunque viendo ciertas actitudes lo parezca.