El gran Valor de "la Pública"
En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad, hoy mi escrito es de agradecimiento al HUSA (Hospital Universitario San Agustín) de Avilés, y al FHA (Fundación Hospital Avilés)
En el HUSA fui intervenida de catarata y membrana epirretiniana en ojo izquierdo. Me operó el Dr. Juan Jesús Barbón García, excelente oftalmólogo.
Agradezco al doctor así como a todo el personal de la planta 322 A por su buen hacer y su trato amable en todo momento.
Sin dejar atrás al personal del Servicio de Oftalmología donde fui atendida antes y después de la operación para a continuación quedar ingresada en planta.
Quedé ingresada en el HUSA solamente para pasar la noche, ya que a la mañana tenía revisión de la operación, una vez hecha me trasladaron en ambulancia al FHA para hacer allí el posoperatorio.
Antes de la operación fui a hablar con Rosana, la Trabajadora Social de la Fundación Avilés y le expuse mi caso referente al posoperatorio, ya que no me puedo agachar, ni hacer esfuerzo alguno durante más de un mes. Cuando es solamente catarata el posoperatorio es más corto, pero como también me operaron de la membrana…Eso es más complicado.
Le dije si podía hacer allí durante un tiempo el reposo y me dijo que sí, siempre y cuando el cirujano oftalmólogo diera el visto bueno. El doctor Barbón me dijo que no había problema y así pude estar diez días haciendo reposo; ahora quiero dejar claro lo siguiente:
Las madres principales cuidadoras (salvo excepciones) de hijos/as con DC cuando estamos enfermas o tenemos que pasar por quirófano quedamos a la deriva, como siempre digo ¿Quién cuida al cuidador?
Se debería tener en cuenta y cuando eso ocurre que no parezca que estamos pidiendo favores, porque es un derecho que tenemos, pero si no se me ocurre preguntar no puedo acceder a el.
Y no es que queramos que nos lo den todo hecho, es que no podemos hacer nada cuando momentáneamente pasamos a ser dependientes.
Los hospitales no son “hoteles para ir de vacaciones”, pero si deben dar respuestas a casos especiales como el que aquí expongo y tantos otros que hay.
Dicho esto quiero mostrar mi agradecimiento tanto a Rosana como a todo el personal de la planta 420 A, incluidos el personal de ambulancias, y al Dr. Simonelli por su amabilidad, su empatía y su buen hacer.
Para terminar decir que debemos luchar por la sanidad pública porque es imprescindible para el bienestar y salud de todos.
Si no se lucha por ella nos daremos cuenta demasiado tarde cuando tengamos que pagar por todo, hasta por respirar.
La diferencia entre sanidad privada y sanidad pública es, fundamentalmente, una: dedicarse a la enfermedad o a la salud y a la vida. La privada se mantiene con nuestra enfermedad, y a la pública lo que le interesa es nuestra salud.
Los profesionales de la pública no cobran por enfermos atendidos, ni por utilización de tecnologías, quirófanos, hospitales, ni por prescripción de fármacos. Además, a la pública le interesa que no estemos enfermos, así tiene menos gasto del dinero de todos.
Por eso le interesa tener unos buenos servicios de salud pública, de prevención, vigilancia del medio, promoción de la salud comunitaria y personas responsables de su salud, y no medicalizar aquello innecesario.
En Asturias tenemos buenos hospitales y buenos profesionales, cuidemos lo que tenemos porque de no hacerlo más temprano que tarde nos pasará factura.