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jueves, 26 de diciembre de 2024 00:00h.

"Sembradores..."

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Al final cada uno recoge lo que siembra y cada uno hemos sembrado semillas del bien y del mal.

En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad hoy comparto un temor que tal vez algunos verán lejano o poco probable pero que yo veo como: “El final de una era que los humanos con nuestras acciones hemos provocado”

Al final cada uno recoge lo que siembra y cada uno hemos sembrado semillas del bien y del mal.
Los sembradores del bien hemos hecho lo mejor que hemos podido, ¿nos habremos equivocado en muchas cosas? Por supuesto que sí, errar es de humanos pero seguro que los errores han sido involuntarios.

Los sembradores del bien, no rechazamos a nadie por su raza, condición sexual, creencias o ideologías políticas (exceptuando algunos partidos) mostramos empatía y sufrimos con las injusticias.
No criticamos ni prejuzgamos vidas y situaciones ajenas, porque cada uno sabe o debería de saber las goteras que tiene en su casa, como para criticar las de los demás.

Queremos que las personas más desfavorecidas tengan las mismas oportunidades que los demás y aunque no está en nuestras manos arreglar el mundo (esto lo tienen que hacer los políticos) alzamos la voz desde las redes sociales y los medios de comunicación para que tomen nota los poderosos y pongan arreglo a tanto desaguisado.

Luchamos por las personas más vulnerables y pretendemos lograr que los derechos tanto estas personas como de las que tienen Distintas Capacidades se lleven a rajatabla, cosa que por desgracia no ocurre en la mayoría de los casos.

Amamos a los animales y no nos entra en la cabeza el maltrato que sufren muchos de ellos a manos de desalmados que se piensan que estos no tienen sentimientos y que son peluches para su divertimento o aficiones tan indeseables como la caza, una vez que no les resultan útiles los cuelgan de un árbol hasta que se mueren.

Sin olvidarnos de la tortura y muerte de animales indefensos a manos de sus asesinos, mal llamados “maestros” y amparándose en la complicidad de quien mostrando su sadismo disfruta de tan aberrante espectáculo, tanto quien lo hace como quien acude a las plazas de tortura y quienes lo permiten se retratan solos.

Es una vergüenza que en pleno siglo XXI a esa salvajada se le diga patrimonio cultural (bueno en realidad se ve que de cultura están bajo mínimos) también se escudan en las tradiciones para defender lo indefendible…

Pues nada que vuelva el circo romano y que nos echen a los leones.

Los sembradores del mal, lo único que siembran es odio, homofobia, xenofobia, machismo y lanzar mensajes azuzando a sus seguidores para que ellos lleven a término el trabajo sucio.

Estos están en contra de todo lo que se salga de sus ideas arcaicas y obsoletas y cuentan también con el beneplácito de los que desde los pulpitos les siguen el juego porque lógicamente les beneficia. Ya sabemos que al rebaño lo quieren sumiso y que no tengan criterio propio.

Como dice el refrán “Zapatero a tus zapatos” mejor se dedicaban a inculcar el respeto al diferente y predicar con el ejemplo lo que su antecesor les dijo, pero claro uno es predicar la humildad, la castidad, la bondad…y otro es llevarlo a término. 

Volviendo al principio, con todo lo expuesto más el Covid-19 que sigue campando a sus anchas gracias a la irresponsabilidad de muchos.
Al cambio climático, la naturaleza se está cobrando lo que se le robo.

A el terrorismo machista que sigue matando, con hacer manifestaciones no se soluciona nada, hay que cambiar las leyes y a algunos togados que solo saben hacer puñetas con sus sentencias a favor del asesinos y poniendo la duda en las victimas, tanto en el tema de las violaciones como en los asesinatos cometidos a mujeres y niños.

Visto lo visto pienso que merecemos la extinción, para la era que viene a ver si algún humano que se haya salvado de la masacre, una vez reseteado el planeta tome el mando y haga realidad lo que nosotros hicimos trizas.

Sanidad pública y de calidad para todos, la enfermedad no sabe de ricos y pobres, pero los últimos siempre llevan la de perder.
Educación pública y de calidad para todos, así evitaran las desigualdades y habrá oportunidades para todos por igual.

Que las personas mayores y/o con distintas capacidades puedan estar en sus casas atendidos y respetados como se merecen. Si por fuerza mayor tienen que ir para una residencia que sea pública y vigilada (hay mucho desaprensivo viviendo a costa de estas personas vulnerables y mucho maltratador psicópata camuflado)
Que el personal no sea de los que están por cobrar un sueldo y listo. Que se les exija una preparación y sobre todo que tengan vocación y a la mínima incidencia a la calle. 

Que los Zoos dejen de existir, los animales tienen que estar en su hábitat y no esclavizados para disfrute de niños y mayores permisivos.
Todo eso y mucho más que por razones de espacio no puedo escribir, es lo que deseo para cuando comience la próxima era.