Las llaves que cierran los círculos
En mi cita quincenal con los lectores de Gomera Actualidad, hoy escribo sobre las llaves que cierran los círculos de vida.
Llaves con historia. Recuerdos de otros tiempos.
Añoranza del pasado.
Las llaves que cierran el círculo.
La vida es ir cerrando círculos; otros vendrán que también los cerrarán.
Es ley de vida
Recuerdo mi infancia, mis padres pilares incuestionables de mi vida.
Mi hermana mayor, mi referente, modelo a copiar por aquellos años, hermana mayor que me reñía cuando consideraba que no hacía las cosas como debería, las hermanas mayores son como las madres, te quieren llevar por la buena senda, pero para mí no había sendas todo era prao para echarse a rodar arrollín y arrollón y llenar mi vestido de verdín el cual a mi madre le daba para frotar hasta quitar lo verde lavando en el rio.
Pero mi hermana no era solamente quien me vigilaba y me cortaba las uñas de las manos cuando para ella estaban largas; no me gustaba que me las cortara porque a mí no me gustaban cortas, pero donde hay patrón no manda marinero. Ella también era la que en momentos puntuales de mi adolescencia ahí estaba para lo que mi madre le dijera o le mandara.
Ella al ser la mayor tenía otras responsabilidades que le dieron sin ella pedirlas, nos llevamos cinco años y un día,
pero tenía que hacer lo que mi madre le dijera y cuando la misión era cuidarme y yo no paraba de hacer trastadas, ella era la que pagaba los platos rotos.
Mi padre, mi madre, mi hermana y yo formamos un árbol, donde el tronco lo formaban nuestros padres y las ramas éramos mi hermana y yo; ramas a las que se fueron uniendo sus hijos e hijas, mis (sobrinos) y mi hijo (su sobrino).
Pero ocurre que cuando el tronco muere, las ramas se dispersan y se rompe la unión que había cuando estábamos adheridos al tronco que formaban nuestros padres.
Lamentablemente salvo excepciones que siempre hay; una vez que estos faltan, se acabó lo que se daba.
“Dice el refrán:
Se conoce a la pareja en el divorcio.
Los hermanos en la herencia.
Los hijos en la vejez.
Los amigos en las dificultades”
Así es, por motivos "equis" se fue perdiendo el contacto. Dicen que el roce hace el cariño pero si se va perdiendo el contacto, poco a poco llega un momento en que ya deja de importar, deja de doler…
No obstante mi hermana es la rama que siempre estuvo cuando la necesité igual que ella a mí, es de mi misma sangre y eso tira mucho. Ahora que ya somos mayores y que el tiempo se nos acaba considero que el amor de hermanas debe prevalecer por encima de todo. Ella no es de mostrar sentimientos pero lo siente igual aunque no lo diga.
Tenemos que quedarnos con las risas y los buenos momentos y aprovechar el tiempo que nos queda para juntarnos de vez en cuando y recordar tiempos pasados. Te quiero mucho hermana.
Volviendo al tema de las llaves, cuando los padres ya no están y vuelves a casa para recoger trozos de tu vida…Parece que estamos robando la intimidad de ellos que fueron lo más importante de nuestras vidas.
Y vamos dejando la casa vacía de cosas materiales y llenando bolsas de recuerdos; fotos, cartas, ropa, documentos con mucha historia.
No tengo ningún recuerdo material de mi padre, pero si tenemos mi hermana y yo, una libreta manuscrita de mi padre cuando estaba en la guerra.
En ella escribía un diario y muchas anécdotas, es un verdadero tesoro literario e histórico de aquella época. (La guerra Civil, 1936/1939) algo que nunca debió suceder, pero por desgracia sigue y seguirá sucediendo.
“Las guerras son un enfrentamiento violento entre facciones armadas con diversos objetivos políticos,
territoriales o ideológicos. Representan una de las formas más devastadoras del conflicto humano”.
Retomando el hilo: Todos hemos pasado por esa triste experiencia de “robar” en casa de nuestros padres, tíos o familiares, cuando ellos han fallecido.
Cuando se va cerrando el círculo, y cada día se cierra más; llegará él día que también nuestros descendientes lo hagan y repetirán lo que antes hicimos con nuestros ascendientes.
Ahora dejo una pregunta a las familias que tenemos hijos dependientes y /o con DC
¿Tendrán ellos/as la capacidad de meter en una bolsa los recuerdos y también las cosas materiales que vamos a dejar sus padres?
Si la respuesta es afirmativa, os felicito porque quiere decir que vuestros hijos tienen la capacidad, que otros no van a tener jamás, porque cada uno es un mundo y cada caso es distinto.
Mi mayor preocupación es cuando ya no esté en este mundo para seguir cuidando que nada le falte.
La verdad es que a estas alturas de mi vida , él es quien me ayuda a mí, sin él la vida no tiene sentido. Soy su cuidadora principal desde hace cuarenta y nueve años. El es el timón que entre tanta oscuridad me lleva a buen puerto; mi cómplice, nos entendemos tan bien que solo con mirarnos nos lo decimos todo.
Igual que yo tenía más afinidad con mi padre, Tono la tiene conmigo (dicen que las niñas tiran más a su padre y los niños a la madre)
Según me voy haciendo mayor y el círculo se va cerrando, no quiero ruido en mi vida. Solo quiero tranquilidad, paso de conflictos con nadie, así que me gusta estar sola o con un pequeño grupo que sea afín a mí.
Me agota la gente que siempre tiene un problema para cada solución.
Me agotan los egos desmesurados, los fantasmas, los trepas, los de doble moral, para ellos lo ancho siempre.
Los doctores liendres que de nada saben y de todo entienden.
Los manipuladores, los chantajistas emocionales, las víctimas perpetuas...¡Por dios cuánto vampiro emocional!
La gente miserable y racana. ¿Acaso se piensan que van a llevar sus posesiones y riquezas al cementerio?
Pues no, en sus casas también van a llegar y apoderarse de todo cuando ellos se mueran.
Pienso que debemos de deshacernos de todo lo material y quedarnos con lo imprescindible para vivir al día, tenemos tantas cosas que no usamos...
Es igual que el que tiene tropecientas gorras y no se da cuenta que tiene una sola cabeza, como no lleve una encima de otra...
Volviendo a las llaves, pediría a toda la clase política que tengan como prioridad a los adultos con DC o cualquier otra condición que los hace vulnerables.
Ellos en teoria son ciudadanos como los demás; pero solamente lo serán plenamente cuando tengan una vida digna hasta el final de sus días.
El día que eso suceda podremos decir que somos un país progresista que no olvida a los más débiles y vulnerables.
Esto no lo verán mis ojos pero quiero pensar que hay personas buenas, que no todo es odio al diferente, que igual que existe el mal, también existe el bien.
El bien y el mal esta en nosotros, al igual que Dios y Satanás.
La bondad es el Dios y la maldad es Satanás y los humanos decidimos con nuestras acciones ser uno u otro, así de simple.
Deseo de corazón que los poseedores de las llaves que cierran los círculos de las personas vulnerables sean las bondadosas, sean al final el Dios que trata a todos por igual y no como viene sucediendo hasta ahora, que son los desheredados de un Dios menor.