Personas con Distintas Capacidades: ¿les estamos dando su sitio?
En mi cita con los lectores de Gomera Actualidad hoy mi escrito es sobre las personas con Distintas Capacidades que ya han dejado de ser niños, pero la mayoría de la sociedad les trata como si lo siguieran siendo, olvidando que son adultos y como tal deben de ser tratados.
Los adultos con DC no son felices como muchísimas personas piensan, más de una vez he escuchado decir:
Son Ángeles
Son una bendición
Es una cruz que te ha caído encima
Son niños felices
Ellos están en su mundo
El día que los padres falten hay buenas residencias donde les van a tener muy bien atendidos.
No pienses en el mañana y vive el hoy etc.
A ver como lo digo para no ofender a los “entendidos en esta materia”
1º/ No son "Ángeles", son personas a las cuales la vida se lo ha puesto muy difícil, dejemos de subirlos a los altares, mejor darles herramientas y recursos para que puedan caminar en la tierra sin tantos obstáculos.
2º/ Todos los niños son una “bendición” para sus padres sin excepción.
3º/ No son “cruces que tenemos que llevar” son hijos con necesidades especiales y el estado tiene la obligación de garantizar que todos sus derechos sean llevados a cabo. La cruz que nos cae encima es cuando todos se lavan las manos como Pilatos y nadie quiere afrontar las realidades que nos toca vivir con nuestros hijos.
4º/ “Son niños felices”: Son adultos con las mismas necesidades que cualquier persona, no son peluches, tienen sentimientos, necesidades afectivas y sexuales. ¿Acaso les habéis preguntado cómo se sienten qué les gusta, qué les frustra, cuáles son sus sueños, sus aspiraciones, sus ilusiones, sus miedos? No, ¿eso ni se os pasa por la cabeza verdad? Y ¿sabéis el motivo? Yo os lo digo…Porque no los consideráis personas que tengan derecho a vivir una vida plena, porque para vuestras mentes arcaicas estas personas no tienen derecho a nada, solamente a las burlas, los desprecios y humillaciones por ser diferentes. Y lo peor es que por desgracias en algunos casos sus propios padres o tutores los consideran un cero a la izquierda.
Igual deberíais de pensar que esas carencias afectivas y sexuales también les pasan factura a su salud física y emocional, pero claro es más fácil mirar para otro lado o esconder la cabeza como el avestruz.
5º/ Ellos no están en "su mundo” están en el que estamos todos, lo que ocurre que no les damos su sitio, ellos parecen extraterrestres que nos vienen a incomodar con su presencia.
6º/ El día que los padres faltemos para ellos se habrá acabado todo, no vender residencias confortables, ni cuidados exquisitos, lo que prima es el dinero y con el tema de la discapacidad se están lucrando muchos, es un negocio para personas sin empatía ni corazón, como una vez dijo una madre, "las personas vulnerables son la gallina de los huevos de oro”
7º/ Es muy fácil decir “no pienses en el mañana y vive el hoy” para eso os tendríais que calzar nuestros zapatos y andar nuestro camino.
Para mí el hoy y el mañana no se puede desvincular porque mi hijo es el hoy certero y el mañana incierto. Solamente las madres y padres que lo vivimos lo sabemos. Lo necesario es que también lo tengan como prioritario los políticos (ellos lo saben pero hacen oídos sordos)
Y para terminar dos cosas más:
Por favor, igual que yo no puedo dar consejos médicos porque no soy doctora, abstenerse de decirme lo que tengo que hacer, y que es lo mejor para mi hijo, porque hace 46 años que estoy liberando batallas con muchos frentes abiertos, no necesito escuchar palabras sin sentido ni consejos que no he pedido. Y mucho menos que vengan a darme lecciones cuando no tienen ni remota idea de lo que hablan.
Agradezco a las personas que escuchan y aprenden de nuestra realidad, afortunadamente estamos rodeados de personas maravillosas que sin obligación de nada te ofrecen su hombro y una mano tendida por si la precisas.
La segunda cosa que quiero decir es que hoy he leído una publicación que trata el tema “Adultez Autista: Capacitismo y Tabú”
Dejo un trozo de texto:
La adultez no sólo es un tema poco tratado en el autismo, es casi un tabú. Tenemos muchos libros, estudios, testimonios, etc., referidos a la infancia, niñez y adolescencia autistas; luego, muy poco. Pareciera que todo se detuviera al finalizar la escuela"
¿Quién no haría algo por los niños? ¿O por los adolescentes, esa gran preocupación de los cuidadores?
Un adulto no tiene ya esa gracia y supone problemas menos publicítales. El paternalismo es lo opuesto a la autonomía e independencia; un adulto requiere formarse, tiene derecho al trabajo, al libre ejercicio de su sexualidad, a vivir solo o en espacio que brinde los apoyos y soportes necesarios a su privacidad.
Pero ¿cómo considerar adulto a quienes hemos considerado como ángel o niño eterno? El adulto autista deviene en una forma «desangelada», un niño deformado, alguien a quien mejor es no mirar. La sociedad barre al adulto autista bajo la alfombra junto a sus familiares. Poner los reflectores en el adulto autista mostraría el fracaso de los programas de «inclusión» que no consideran el desenvolvimiento autónomo, los apoyos y ajustes que se requerirán para vivir dignamente después de la adolescencia. La inclusión en la adultez se vuelve en beneficencia, en el mejor de los casos. Algunas cuotas de empleo, pocas fotos, poco que celebrar. Mejor mirar los pasacalles azules que pensar en el 80% de adultos autistas desempleados. Mejor fijarse en ese mundo «promisorio» que la inclusión parece ofrecer.
Una sociedad que cuestionase su capacitismo apostaría por el respeto nacido de la convivencia. En un pacto social nacido del respeto a la neurodiversidad, cada quien recibiría lo necesario como parte del derecho natural. La sola idea de «incluir» a alguien sería un sinsentido, ¿cómo «incluir» a alguien que por ser ciudadano ha estado integrado siempre a su comunidad? Llegada la adultez, todo autista tendría las herramientas y entornos necesarios donde desarrollar un proyecto de vida digno.
Un adulto autista, su mera existencia, denuncia a la sociedad, sus fantasmas e ilusiones. Mejor no hablar de ellos. ¿Y los ancianos autistas? ¿Ha oído hablar del autismo en la tercera edad? No es difícil imaginar, tristemente, el por qué.
Retomando mi escrito, las madres jóvenes (salvo excepciones) no comparten nada de los adultos con DC
Sin embargo las madres veteranas si compartimos temas que atañen a sus hijos.
Tal vez no han pensado que sus hijos van a llegar a ser adultos porque lo ven muy lejano...Pero la vida pasa en un suspiro y pienso que en esto tod@s deberíamos hacer piña y luchar por todos, niños y adultos.
No sólo pensar en el presente, porque el futuro está a la vuelta de la esquina.
Y en el futuro ya los padres no vamos a estar.
Habrá que ir pensando que si las cosas no cambian nuestros hijos cuando lleguen a la vejez irán para residencias de mayores y lo que no parece justo es que tanto personas con DC como personas ancianas vivan juntas.
Habrá que diferenciar las característica de cada persona para que su vida sea lo más placentera posible.