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viernes, 15 de noviembre de 2024 00:00h.

Mi regalo de cumpleaños

geli y tono
Cumplir años es el peaje que tenemos que pagar por estar vivos, pero también los años nos dan sabiduría, paciencia, aunque muchas veces también la perdemos, sobre todo viendo el panorama que tenemos y la des-humanidad que campa a sus anchas.

Mañana 14 de marzo es mi cumpleaños, me encanta cumplir años porque es señal que estoy viva.
Hay quien no quiere celebrar porque a medida que cumplimos años vamos cambiando fisicamente, el cuerpo acusa el paso del tiempo, nos deja arrugas, se nos va la lozanía que teníamos de jóvenes etc. 

Es inútil luchar contra el, yo al menos  no tengo problemas en decir mi edad y me gusta celebrar mi cumpleaños con mi gente, mis amigos.
Cumplir años es el peaje que tenemos que pagar por estar vivos, pero también los años nos dan sabiduría, paciencia, aunque muchas veces también la perdemos, sobre todo viendo el panorama que tenemos y la des-humanidad que campa a sus anchas.

Con los años aprendes (al menos en mi caso) a no   juzgar a nadie, a respetar las ideas de los demás aunque no las comparta, como decía mi padre, "vive y deja vivir"
Con el paso de los años llegan las goteras, las dolencias y achaques, pero hay que tirar hacia adelante con toda la positividad que podamos. 

En los cumpleaños siempre te hacen regalos, se agradecen porque se acuerdan de una pero los regalos que más valoro son los regalos emocionales, los momentos compartidos con quienes nos aprecian; ese cafetín y esas confidencias entre amigos. Ese hombro donde apoyarte en los momentos difíciles, esos abrazos que te resetean y te dan fuerzas para seguir. Esos regalos no hay dinero que lo pague.

Pero hoy voy a pedir?... No, voy a exigir un regalo a los políticos y a La Consejería de Bienestar Social, un regalo que no es para mí, es para nuestro hijo y lo exijo porque llevo años pidiendo un derecho para mi hijo que siempre ha sido negado.
Los derechos no son migajas, ni caridad por lo tanto cuando los niegan hay que exigir y luchar por ellos. 

Es lamentable que los tengamos que luchar, cuando en teoría los tenemos pero la práctica es papel mojado.
El regalo que pido para mi hijo y para nosotros sus padres, es que en un futuro no lejano, él se pueda quedar en su casa, en su entorno cuando su padre y yo ya no estemos. Y lo exijo a los antes mencionados porque él no tiene porqué ir a una residencia cuando tiene SU CASA  y no lo hago por chulería lo hago porque mi camino se acorta a pasos agigantados.

Señores políticos y demás estamentos..

Mañana cumplo 68 años las fuerzas van faltando, la cabeza no deja de dar vueltas pensando que va ser de él cuando no estemos.
Llevamos toda una vida luchando contra toda la sociedad que solamente han puesto palos a las ruedas. 
Con el covid-19 la sociedad supo lo que era el confinamiento y no les gustó. Las madres y padres que tenemos hijos con DC  llevamos sufriendo desde que ellos nacieron el confinamiento social, ya nada nos pilla por sorpresa.

Así que hagan confortable lo que me queda de mi corto camino, no sigan poniendo palos a las ruedas y demuestren con hechos que las personas con DC son prioritarios en sus apretadas agendas.

Ojalá tengan a bien regalarme ese derecho, no olviden que no les va a suponer ningún gasto porque el dia de mañana él no se va a llevar nada, ahí va a quedar para que otras personas lo puedan aprovechar.

Sin olvidar que el Estado se ahorra muchísimo dinero con nosotras, las madres. Ya que somos las principales cuidadoras y los cuidamos de mil amores porque lo mejor que tenemos son nuestros hijos, pero ¿Quién cuida al cuidador?
Pónganse en nuestra piel y tal vez encuentren la respuesta.