Y en verdad, compartimos cuanto de bien hablan estos ciudadanos del diputado… De Ignacio González se podrá estar en descontento o desacuerdo -por aquello de que benditos no los hay- con puntuales reproches en la gestión de su hacer político. Pero el presidente del CCN, se  ha ganado con creces la estima de no poca gente, en preocuparse en toda solidaridad con los menos favorecidos. Cercano y humano a diferencia de esos otros, que teniendo el deber de socorrer a sus ciudadanos les importa un higo.

Laura,es una madre soltera entre otr@s de quien mas arriba significamos, le ha abierto las puertas de su despacho el diputado Ignacio González; tras pasar toda una odisea calamitosa en la Oficina del Paro, y  cumpliendo con creces todos los requisitos habidos y por haber para solicitar la nueva Ayuda a parados de larga duración y madres solteras recientemente aprobada por el Gobierno ,le espetaron no tener derecho, en un proceder y “arrebato”que se las trae.

Del encuentro audiencia con el político, la joven Laura cuenta, no ha podido ser mas cercano y humano… Hacer todo cuanto estuviese en sus manos le prometía a la joven, Ignacio González.

Uno, que ha se ha movido y contemplado   en el entorno de ciertos políticos, puede asegurar;  parecen vivir en otro mundo.Distantes y alejados del sufrimiento de la gente;blindados a cal y canto, donde su Agenda,para dedicarle unos minutos al ciudadano, está de quimera.

En menos de 48 horas, - para aplaudir- el diputado Ignacio González, comunicaba a través de su Secretaria, recibir a la joven Laura.

Lastima, que políticos que abren las puertas de su  despacho a esa gente desahuciada, con tanta empatía, humanidad…no cuenten con el repaldo y apoyo mayoritario que se merecen. Porque no todos los politicos como se dice son iguales. Los hay, como en el caso que hoy nos ocupa y de quien hablamos, merecedor de la digna excepción. Un representante público elegido por los ciudadanos,debe, tiene la obligación de servir y escuchar a la gente y no dar la espalda o la indiferencia, como bofetada o mismo desprecio. Algo muy corriente y habitual.

Pedirle a Ignacio González,  ojala no cambie nunca la estrecha relación de solidaridad con los mas que sufren y  pueda auxiliarles de esos atropellos que indefensión e injusticia, soportan  de crueldad. 

Así como de manera habitual ejercemos la critica sin paños calientes, justo es, significar de “bordado” las buenas acciones y procederes de un político relevante que destaca por su hacer humanitario. Que no es poco. Chapó.