Polarización
"Ustedes son los hombres y mujeres del futuro", nos dijo con solemnidad, llevándonos a imaginar una realidad para la que nuestras mentes no estaban preparadas. Nos tiramos al papel y comenzamos a dibujar ciudades de edificios futuristas imposibles (como diseñadas por Calatrava) y coches voladores a los que, por alguna extraña circunstancia les pusimos ruedas ( por si aterrizaban alguna vez, debimos pensar).
Hoy, mientras veía las noticias me asaltó ese recuerdo de la infancia. La FundéuRAE ha elegido, no por casualidad , "polarización", como palabra del año, y para ilustrarlo, el polarizado Ortega Smith lleva a cabo una sonrojante agresión homófoba en el ayuntamiento de Madrid, al tiempo que la ultraderecha conquista Argentina; Los polarizados de Hamas irrumpen tiroteando odio a todo lo que se mueve, e Israel, no menos radical, aprovecha la circunstancia para la desproporción en Gaza, donde los "dioses verdaderos" se baten con la sangre de los hombres superando ya los 20.000 muertos que se amontonan en fosas comunes, mientras los niños palestinos visten ahora un pijama de rayas ficticio (el uniforme de la masacre de los inocentes), como prueba de que la polarización opaca las enseñanzas que ofrece la historia.
Y entonces pensé que nos habían hecho la pregunta equivocada. No se trataba de cómo iba a ser el mundo en el 2000, se trataba de como sería el ser humano. Probablemente, el niño que fui hubiera imaginado a personas mucho mejores, con valores acordes a los edificios fantásticos y los coches voladores. Evidentemente, también nos hubiéramos equivocado.