Susurros del Teide
Ocho son y con razón, las llaman Afortunadas, nacidas de las entrañas del mismísimo Océano...
“SUSURROS DEL TEIDE”
Ocho son y con razón,
las llaman Afortunadas,
nacidas de las entrañas
del mismísimo Océano,
se bañan entre sus aguas
y cogidas de la mano,
van ganando la batalla
a tiempos buenos y malos.
¡El sol con su resplandor,
las tiene engalanadas
con vestidos de colores
bordados con oro y plata!
¡El Teide con los susurros
de su corazón de lava,
me habló de sus ilusiones,
me habló de sus esperanzas!
Él, que ha liberado guerras
para seguir adelante,
lucha como un campeón
por ver a los visitantes,
de nuevo, en este rincón…
Que tras la pandemia cruel
hay que olvidar los pesares
y es este bello vergel
el mejor de los lugares
para que vuelva la calma,
los sueños y libertades…
Dice: que el monte y el mar
“están muy enamorados”
y al no poderse besar,
se mandan besos volados
entre nubes de coral…
Me dicen sus tajinastes
con arrullo de arrorró
que hay que ofrece al turista,
de lo bueno, lo mejor…
Buenos vinos de las Islas,
papas con mojo picón,
buen pescado, buena carne,
el gofio en el escaldón
y… un buen puchero canario
que nubla hasta la razón.
Está, “el plátano canario”
que amarillo como el sol,
en postres extraordinarios
demuestra su gran sabor.
Es un postre legendario
representante de honor…
¡Dice el Teide y con razón,
que enseñemos los museos
que representa la historia,
de todo el sentir isleño
en sus momentos de gloria
y en sus amargos momentos!
Entre susurros del Teide
con perfumes de retamas,
escuché cantar folías
que traspasaron mi alma,
pues las cantó un corazón
y el corazón, nunca engaña.
Marisol Hernández Esquivel