La candorosa simpatía
¡Vaya bromita, señores! ¡Qué tomadura de pelo! ¡Ni, el Cristo de Los Faroles, puede exaltar resplandores, para inculcarnos consuelo!
¡Vaya bromita, señores!
¡Qué tomadura de pelo!
¡Ni, el Cristo de Los Faroles,
puede exaltar resplandores,
para inculcarnos consuelo!
En muestro buen Digital,
apareció de repente,
esta noticia especial
que, por ser sensacional,
se la creyó mucha gente:
“Que, en nuestra linda Gomera,
el “Pequeño Nicolás”,
adivinó la manera,
de subirse a una palmera,
registrándose, sin más”.
Tan peculiar dirigente,
con la astucia que domina,
se empadronó de repente,
de una forma diferente,
en la tierra Colombina.
¡Casi, casi, lo publico,
a puro grito pelado
y, si la razón, no aplico,
hasta cualquier borrico,
se hubiese de mí burlado!
Porque, fue la INONCETADA
en diciembre de altercados.
¡Gran patraña originada,
por mente privilegiada,
que nos dejara asombrados!
Casi nada, compañero:
¡Este joven del placer ,
andando como un romero
y, con el silbo gomero,
pregonando su saber!
Entre robos descarados
y política esperanza,
buscamos por todos lados,
el perdón de unos pecados,
que nos devuelva confianza.
Aceptamos con afecto,
esta chanza sin maldad.
¡Tuvo el positivo aspecto
de engalanado respeto,
registrando actualidad!
ESTA RECOMENDACIÓN, RECUERDA:
EXISTEN HIPÉRBOLES OCURRENTES,
EMBUSTESQUE SUELEN DAR LA GUERRA
Y, NO PROLONGUES TÚ, MÁS LA CUERDA,
EN EL DÍA DE LOS INOCENTES!