CANSANCIO
Atisbando los cristales,la lluvia se nos enfrenta. ¡Nos encierran los fluviales, para abrirnos los portales con llavines de tormenta!
En crepúsculos invernales,
la familia es diligente.
¡Al calor del los hogares,
se arrinconan los pesares,
con mistelas de aguardiente!
Gota a chispa hace pareja,
con mi infancia en el pasado:
El grillo, la casa vieja,
los gatos sobre las tejas
y el gallinero empapado.
En sus nidos, las palomas,
con el penacho mojado.
¡Pichoncitos que se asoman
y, el “currucu-cú”, que les entona,
el palomo embelesado!
Mi despierto perro, “Broche”,
camarada de “Patrullas”
que, jamás, tuvo un reproche,
porque fue celoso enfoque,
anunciándome las lluvias.
El potaguito o puchero,
con un sabroso escaldón,
va brotando del caldero,
para servirle al friolero,
un chispazo de calor.
Los abrigos y paraguas,
han quitado gabardinas.
¡En los tranvías o guaguas,
del viajante te resguardas,
que te estruja cual sardinas!
En aquellos viejos tiempos,
las noches eran eternas.
¡Entre novelas y cuentos,
se pasaban los inviernos,
sin darle vida a las piernas!
El que una radio portaba,
disfrutaba de otra forma.
¡Hasta Suiza se llegaba
y, con ardor escuchaba,
las emisiones de Andorra!
Hoy… ¡VAYA UN CAMBIO RADICAL!:
HAMBURGUESAS-TELE-INTERNET,
GAS, LA CALEFACCIÓN CENTRAL,
SIN EL PEÑÓN DE GIBRALTAR
Y A COMER PAPAS DEL INGLÉS!
Sin beneficios naturales,
afloramos los escombros.
¡Ya, nuestros platos especiales,
fueron estudios colosales
con los huevos y leche en polvo!
Pensamientos que revuelan,
en la Máquina del Tiempo.
¡Esto, decía mi abuela,
-la experiencia verdadera-,
del mayor conocimiento:
“TANTOS SON YA LOS PASADOS Y VIVIDOS INVIERNOS,
ENTRE MUCHOS ACERBOS Y FELICES MOMENTOS
QUE, DESDE EL MISMÍSIMO CIELO, HASTA LOS INFIERNOS,
¡LA PENA, SE HA CANSADO DE LLOVERME POR DENTRO!