Para el día de los tiernos enamorados
En esa tan popular y extendida FECHA del 14 de Febrero, el próximo sábado, religiosa festividad de SAN VALENTIN, nos ha parecido adecuado el FELICITAR, de antemano, a las satisfechas parejas que ya han logrado formar su hogar y, a las diversas que, efectivamente amarteladas, andan todavía soñando con lo mismo.
Para ello, en “GOMERAACTUALIDAD”, traemos hoy a la altruista figura del cubano trovador, JOSÉ ÁNGEL BUESA, uno de los prestigiosos vates que con más encendido romanticismo, han ponderado sobremanera las ardientes y encendidas delicias de la pagana diosa, AFRODITA.
Nacido en CIENFUEGOS, un 2 de septiembre del año 1.910, es enormemente esclarecido por la incomparable donosura de su intensa actividad literaria, habiendo sido rebosantes sus rítmicos versos, textualmente traducidos todos ellos, a una infinidad de idioma y, por los cuales, fuera popularmente renombrado con el muy peculiar apelativo de,“EL POETA ENAMORADO”
Injustamente desterrado de su tan atribulada patria, tuvo la especial circunstancia de transcurrir buena parte de su desconsolada existencia, por nuestras Islas Canarias, agonizando, más tarde, un 14 de agosto de 1.982, a los 72 de edad, en la República Dominicana.
Actualmente, sus mortales restos, reposan en Miami.
Exitosamente divulgadas, nos ha donado una infinidad de reputadas evocaciones, como, por ejemplo, esta antológica, así bautizada:
“POEMA DEL RENUNCIAMIENTO”
“Pasarás por mi vida sin saber que pasaste...
Pasarás en silencio por mi amor, y al pasar
fingiré una sonrisa, como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás...
Soñaré con el nácar virginal de tu frente;
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar;
soñaré con tus labios desesperadamente;
soñaré con tus manos...y jamás lo sabrás...
Yo te amaré en silencio, como algo inaccesible,
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible,
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás...
Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie como yo te dirá...
Y, ahogando para siempre mi amor inadvertido,
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás...
y si un día, una lágrima denuncia mi tormento,
- el tormento infinito que te debo ocultar-
te diré sonriente:”No es nada... ha sido el viento
me enjugaré las lágrima...¡Y jamás lo sabrás..!”
Y es que, amigos, el dolor, viene a ser
Como el termómetro del amor.
¡para el hombre, como para mujer,
Por mucho que se llegue a padecer,
En este mundo, ¡no hay nada mejor!