El pentagrama enmudeció
"Pepe Chávez se nos fue y la Música lloró, porque ha perdido a un querer, que la supo comprender, con desbordante pasión".
Los mejores se despiden,
del entorno familiar y,
al marcharse ellos, nos dicen que,
de veras, nos bendicen,
sin que logren retornar.
Con virtudes especiales,
fue un emporio de atención
, y sus notas principales, se agolpaban celestiales,
en Hermigua y corazón.
La cultura del saber que le hicieran renombrado,
fue su extrema sencillez, y la enorme validez,
del caballero afamado.
La Gomera está de duelo,
desconsolada, llorosa, sin refugio ni consuelo y,
reclamándole al cielo,
frustración tan dolorosa.
La congoja nos embarga,
entre lazos de crespón.
¡Acerba noticia amarga, que llega al fondo del alma,
y nos nubla la razón.
Para siempre se ha dormido,
quien no supo descansar y, en su vergel más querido,
entre flores se ha fundido, para jamás despertar.
No son palabras bonitas, ni lisonja zalamera.
¡Dios lo pone, Dios lo quita y, a la vuelta de la esquina,
llega la Muerte certera.
El sol, seguirá alumbrando, cada día sin arribo y,
nos quedamos pensando, que no tendremos cantando,
a Pepe Chácez en vivo.
En sombras queda "el paraje",
de su noble nacimiento,
por emprender su último viaje, tan afable personaje,
que era puro sentimiento.