Consultas descafeinadas con dudosa repercusión

En Cataluña las dos preguntas presentadas en diciembre de 2013 se realizarían en un principio en el marco de un referéndum, después este proceso se llamaría consulta, más tarde proceso participativo y, finalmente, no sé...

En poco más de un mes dos consultas en el territorio nacional, con nombre y apellido,  la catalana por la Independencia  y la canaria contraria a las prospecciones, en un principio con todos los tintes de fortaleza y propiedad, han pasado a ser otra cosa distinta  debido a las decisiones tomadas en el Congreso, Consejo de Ministro y posteriormente elevadas al Tribunal Constitucional desde donde han advertido, parando los procesos, con que quizás se esté traspasando la línea roja.

En Cataluña las dos preguntas presentadas en diciembre de 2013 se realizarían en un principio en el marco de un referéndum, después este proceso se llamaría consulta, más tarde proceso participativo y, finalmente, no sé...

Así que el fondo es el mismo pero la forma ha cambiado. Ya decía Mariano Rajoy, en relación al proceso en Cataluña que "ni es consulta ni es referéndum ni produce efecto alguno", o sea, que ni chicha ni limonada. Independientemente de lo que opine el presidente o los votantes llamados a las urnas, lo cierto es que la jornada del 9N comenzó desarrollándose en un clima inmejorable, con colas para votar  pero que, jurídicamente, se engloba en un "no acontecimiento" porque a nada lleva; en lo social es otra cosa.Lo que si está claro es que esta jornada de rebeldía a favor del Derecho de Expresión que se ha dado en la comunidad catalana pone fin a la fase del "Derecho a Decidir", dando lugar a la apertura de un segundo proceso en el que ambas partes implicadas, Estado y Generalitat, están obligados a ceder y a entenderse porque, en resumen, aquí lo que ha fallado, una vez más, es la política.

Volviendo al principio de este texto, al parecer, ninguno de los dos temas a consultar en los límites autonómicos, según dictamina La Ley, son atribuibles a la decisión de las comunidades autónomas afectadas sino que, al contrario, son asuntos que competen al conjunto de la ciudadanía española, de norte a sur y de este a oeste.

 
Y en este punto, es la consulta ideada y frustrada en Canarias la que llama mi atención si escudriño en el proceso, "desglosándolo". 

Después de pataleos en los distintos Parlamentos en contra de que la compañía petrolífera  Repsol lleve a cabo las prospecciones ( a pesar de que cuenta con el aval del Estado) para averiguar si en las aguas territoriales  que rodean Canarias y lindan con Marruecos existe o no petróleo; después de infinitas manifestaciones sociales dentro y fuera de las Islas, partidos políticos y grupos de presión -mayormente de calibre ecologista-  abanderando el rechazo por respuesta; después de un "NO" en mayúscula y, en contrapartida, un SI  del Gobierno español, después de todo esto y más el ejecutivo regional decide consultar a los  canarios por el asunto, bueno, por el asunto a medias porque, en lugar de preguntar "si o no a las prospecciones" (algo que según la Ley no es competencia de la comunidad autónoma), con objeto de bordear la Ley y que dicho proceso no sea interrumpido por el Tribunal Constitucional, lía la pregunta y nos deja a muchos con cara de "qué dices"  cuando expone la siguiente cuestión: ¿Cree usted que Canarias debe cambiar su modelo medioambiental y turístico por las prospecciones de gas o petróleo?

A ver, así, a bote pronto, mi respuesta es un "no" pero, si profundizo un poco, me pregunto a qué modelo medioambiental y turístico se refieren, sobre todo si hago memoria y recuerdo cuantos parajes naturales han sido destruidos, a pesar de la oposición ejercida  por ecologistas, comunidad científica y universidades y  que no han encontrado  el implorado respeto para evitar su destrucción. 

Eso por un lado y por otro no puedo evitar pensar en el alto índice de paro,aproximadamente el 30% de la población canaria sin viso de mejora. Qué modelo medioambiental y turístico es ese que debemos defender y que nos mantiene sumido en la miseria, mes tras mes porque, escrito sea de paso, nuestros aeropuertos son los que más turistas reciben y despiden y nuestros hoteles los que rondan la ocupación más alta pero, desafortunadamente, eso no se percibe en el incremento de puestos de trabajo ni en los sueldos a fin de mes.

Si este modelo no funciona habrá que cambiarlo y no necesariamente por el petrolífero pero algo se debe hacer sin seguir mareando la perdiz.Total que la pregunta no sirvió para despistar a los que velan por el cumplimiento de La Ley y han parado también la Consulta. No obstante, el gobierno regional, tal vez inspirado en los aires catalanes, ha decidido sustituirla por una encuesta, quizás con una pregunta más clara ideada por las dos universidades canarias, si así aceptan el reto.

Hasta donde yo sé no existen leyes que prohíban la libre opinión, otra cosa es dónde dejamos caer esa opinión y con qué garantías cuenta porque, la verdad,  no me fío de procesos controlados desde el Gobierno con resultados controlados también desde ese mismo Gobierno. Esto me lleva a preguntarme qué autoridad independiente, distinta a la del Poder Ejecutivo, va a controlar  esa "opinión" que, como la catalana, jurídicamente será un "no acontecimiento electoral". 

En cualquier caso, en Cataluña y en Canarias se debe evolucionar hacia la negociación, cambiando leyes si fuera necesario porque la voz de la ciudadanía posee tanto valor y peso que, al final, habrá que preguntar en serio, de verdad, qué se opina en estos y otros temas , para conocer lo que realmente queremos y así poder ceder y negociar cuanto sea necesario, hasta agotar la política.

¡Si esto era café para todos ha quedado en mero cortado descafeinado!.