A propósito del ébola... y la comunicación

Hoy me reuní con mi grupo de chicos y chicas. Uno de ellos me contó un episodio que vivió el pasado jueves en su instituto  y me recorrió un escalofrío...

En su clase, integrada por pre-adolescentes de 12 o 13 años,  uno de los chicos increpó a otro compañero, negro de piel, gritándole "por culpa de ustedes, los negros, ahora nos vamos a morir los españoles" y le empujó...
El otro chico respondió con un puñetazo y se armó la tangana...Tuvieron que intervenir profesores para separarles...

La sangre no llegó al río y no pasó de ahí... aparentemente.

El muchacho me lo refirió como una anécdota, incluso jactándose con una sonrisa pero a mi, la verdad, se me pusieron los pelos de punta y, horas después, me sigo preguntando qué información se está dando y cómo está llegando.

Todos necesitamos información responsable, clara y concisa. Sin alarmismos ni exageraciones, sin invenciones, sin manipulación...

Ni uno solo de los jóvenes allí reunidos tenía  conocimiento más o menos certero acerca del virus del ébola ni de lo que está ocurriendo, a modo de ejemplo y que sirva como explicación, expresaré que en sus cabezas cabalga un batiburrillo de datos y escenas mezcladas, desde que la enfermera se fue a un spa y allí se contagió..., pasando por un supuesto  "trío sin fundamento" celebrado en la habitación del difunto sacerdote y terminando en la especulación de que los terroristas islámicos están derramando virus en el aire. En fin...

Y, por si pareciera poco, a todo ello le sumo los diferentes mensajes "petardiles" que reciben vía facebook, twitter, tuenti o whatssApp y que comparten alarmados porque, al parecer, como explicaba una de estas misivas, Canarias se va a convertir en un campamento donde "exiliar" a los infectados, por ejemplo...¡qué disparate!

Les expliqué lo que pude y hasta donde supe, recalcando que los negros del Tercer Mundo no son culpables sino víctimas de un Primer Mundo que no ha hecho lo suficiente, incidiendo que muchas de estas víctimas no mueren por el propio virus sino porque tienen un cuerpo débil debido a la desnutrición y a la falta de higiene y, tal vez, no soportarían ni una mala gripe.

Añadí que los medios sanitarios en origen no han sido ni los más avanzados ni los más idóneos para atajar semejante plaga (y de esto tampoco tienen culpa los africanos).

Y, a modo de moraleja, completé mis palabras  recordándoles la tan repetida frase de "si Mahoma no va a la montaña la montaña va a Mahoma", ironizando que si el anteriormente mencionado Primer Mundo no se ha mojado lo suficiente con el ébola, quizás, solo quizás, el ébola ha decidido mojarse ahora con el Primer Mundo.

Para terminar les hice entender que somos muchos los que no podemos desplazarnos a África a luchar con este "demonio vírico" por carecer de preparación, conocimientos y medios pero sí que se puede hacer algo desde este otro lado de la valla: bastaría, en principio, con no alarmar, exagerar, inventar, desinformar,manipular o evitar compartir en las redes sociales lo que no es cierto...

Se podría hacer muchísimo más pero ya nos corresponde a todos los demás...