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viernes, 15 de noviembre de 2024 00:00h.

Ser mujer

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Ellas dan vida a quién emocionalmente en ocasiones se la quitan. Luchadoras natas y valientes incansables. Muchas de ellas han soñado y luchado por lo que deseaban. Y a cada una de las grandes luchadoras de la historia gracias y felicidades.

Gracias a que existieron hoy podemos tener la palabra, algo tan simple como eso, lo que ahora nos parece tan fácil, banal e incluso no permitiríamos que nos quitasen costó muchos años de silencio, un mutismo por imposición que ahogaba interiormente. Parece mentira pero la voz de la mujer, el expresarse libremente fue en su día penado con cárcel, absurdo pero cierto, así miles de cosas que no podría terminar de expresar en esta reflexión.

Hemos tenido suerte de ser mujer en estos tiempos en los que prácticamente venimos con el trabajo hecho. Desde la prehistoria a la mujer se le asignó un rol que continuó por muchos años, el patriarcado nació ahí, ellos salían a cazar y las mujeres cocinaban y hacían la vestimenta. Tan solo viendo esto nos podemos hacer una idea de la dificultad de eliminar ciertas culturas en determinados países después de miles de años.

En 39 países las herencias son para hijos varones, en 30 países existe la mutilación genital, cada 2 minutos una niña es forzada a matrimonio infantil y el 2% de la tierra del planeta es propiedad de mujeres, el resto de hombres. Con estas cifras tenemos que ser conscientes que hay un trabajo muy grande en este mundo y que quizás sea más vital que la igualdad que muchas persiguen, esta realidad está muy lejos de lo que moralmente buscaban nuestras antecesoras. Con esto quiero decir que no se puede cerrar los ojos a los continentes vecinos que sí que les queda pendiente una labor de integridad igualitaria. 

La mujer a lo largo de los años ha trabajado duro para conseguir poco a poco dar grandes pasos en esta lucha por la igualdad, esa que creo que en determinados aspectos no se llegará a conseguir del todo porque hay una evidencia y es genética. Los hombres y mujeres no somos iguales, nosotras tenemos la fortuna  entre otras cosas de poder compartir nueve meses con nuestros bebés en nuestra barriga unidos por el cordón umbilical y, los hombres no tendrán ese honor nunca, por ello nosotras tampoco conseguiremos cosas que genéticamente no está  a nuestro alcance.

El derecho al voto se vé como lo más relevante y significativo con respecto a la igualdad. Por supuesto que lo fue porque hubo un antes y un después, tener ese poder abrió la veda a todo lo que precedió. Podríamos enumerar algunos de los más significativos; derecho al trabajo llegando acceder a  puestos en cargos públicos incluso presidencias de gobiernos, ejercer cualquier profesión como ser médico, interrupción voluntaria del embarazo, acceso a la justicia de las víctimas de violencia sexual, derecho a la propiedad... son ejemplos de luchas ganadas.

En el menester que me ocupa, la dicha de poder escribir con la libertad de firmar con tu propio nombre y no bajo un seudónimo masculino.
Por todo esto MUJER, lucha, se valiente, y sigue adelante porque hoy es un día en el que se celebra el que tengamos un lugar en este mundo de hombres en el que ya usamos pantalón.