Opinión
El botín de la Sanidad Pública
Suele suceder que, en el muy loable debate sobre cuestiones importantes, algunos pierden el norte de la razonable al haber perdido la brújula del sentido común. Pasa más de lo que se cree, sobre todo si dicha brújula es sustituida por el vil mapa de los intereses espurios y egoístas o, incluso, por las muy frecuentes coordenadas de la estupidez.