ESTA EN JUEGO EL EXPEDIENTE LEGAL DE LA FUTURA REINA DE ESPAñA
David Rocasolano asegura que Letizia Ortiz abortó antes de su compromiso con el Príncipe de Asturias.
David Rocasolano apuntilla a su prima: “Yo fui el encargado de destruir el rastro de los documentos del aborto de Letizia”
'La Gaceta' exige explicaciones: si no lo hizo que recurra a la Justicia y si lo hizo que aclara a qué supuesto legal se acogió "porque lo que está en juego, consideraciones morales aparte, es el expediente legal de la futura Reina de España"
Todavía no ha salido al mercado pero el libro del primo de Letizia ajusta ya sus primeras cuentas con la princesa. David Rocasolano, su primo y confidente hasta que fue imputado en el caso Ciempozuelos, asegura que Letizia Ortiz abortó antes de su compromiso con el Príncipe de Asturias.
Según ha revelado Vozpópuli, que ha tenido acceso al libro Adiós, Princesa (Foca, 2013), él mismo destruyó el informe médico por orden de Letizia quemándolo en el fregadero de su cocina. Sin embargo, según narra en el primer capítulo de su libro-venganza (reprocha a su prima que los Borbones hayan “arrollado” a los Ortiz-Rocasolano, sin “mirar hacia atrás” y su falta de apoyo cuando fue imputado por un caso de corrupción urbanística), un periodista se presentó en 2008 con más documentos al respecto: “Ya en 2003, seis años antes, cuando veía arder aquellos papeles en el fregadero de mi cocina, sabía que era imposible garantizar la eliminación de todos los rastros. (…) Cuando se marchó el periodista no levanté el teléfono.
Me sorprendí a mí mismo dándome cuenta de que me importaba un carajo lo que sucediera con aquellos papeles, con mi prima, con Felipe. En otro tiempo, hubiera corrido a Palacio a informar de la crisis que se nos echaba encima. Pero en aquel momento me daba igual. Supongo que ya me había hartado de tanto vasallaje, de tantos desprecios familiares, de reconvertir nuestras vidas en altares solo dedicados a la adoración de una princesa caprichosa”. La revelación del primo no podía llegar en peor momento para la monarquía, con la infanta Cristina imputada y en caída en picado en la opinión pública.
El diario ultracatólico La Gaceta le dedica su portada y le pide explicaciones, sólo desde el punto de vista legal: ”En la España de 2002 estaba vigente una legislación sobre el aborto (la Ley Orgánica 9/1985) que, en principio, limitaba la interrupción del embarazo a tres supuestos muy concretos: riesgo grave para la salud física o psíquica de la madre, violación y malformaciones o taras físicas o psíquicas en el feto. Fuera de tales supuestos, y por más que las autoridades españolas hayan demostrado una abominable dejadez en este punto, el aborto era una práctica ilegal. Esto quiere decir que Doña Letizia, necesariamente, hubo de acogerse a uno de esos tres supuestos. Caso contrario, habría cometido un delito contemplado en el Código Penal. Por consiguiente, la Princesa debe declarar públicamente a qué supuesto se acogió y así demostrar que no hizo nada ilegal.
Es posible, por qué no, que David Rocasolano mienta. Que todo sea producto de una venganza familiar o de una conjura contra el Príncipe o del simple deseo de ganar notoriedad y dinero por parte del autor del libro. En ese caso, Doña Letizia queda obligada a denunciar a su primo por imputarle un delito perseguible de oficio. Los tribunales entienden de estas cosas. Seguro que un juez condenará a David Rocasolano a la pena prevista por calumnias. Todo ello, por supuesto, en el caso de que la acusación sea falsa. Sea como fuere, la Princesa Letizia nos debe una explicación. Si no abortó, debe decirlo y llevar a su primo ante los tribunales.
Si lo hizo, debe explicar en qué condiciones y demostrar que no cometió delito alguno, señalando a qué supuesto legal se acogió. Y, desde luego, lo peor que podría hacer es guardar silencio. Porque lo que está en juego, consideraciones morales aparte, es el expediente legal de la futura Reina de España”.