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viernes, 15 de noviembre de 2024 00:00h.

Juzgan a Telefónica por una presunta estafa de SMS Premium

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La denuncia fue presentada por un jugador profesional con "un método infalible para ganar"La campaña Movistar Emoción Millón ofrecía grandes premios a cambio de mandar SMS con un coste de 1,39 euros

Edificio de la sede central de Telefónica, en Madrid
Edificio de la sede central de Telefónica, en Madrid

La Fiscalía de Santiago de Compostela ha denunciado a Telefónica Móviles España y a las empresas de contenidos para móviles Zed Iberia Wordline y Alvento Soluciones por la presunta comisión de un delito continuado de estafa y otro de falsedad por la posible manipulación del concurso Movistar Emoción Millón que tuvo lugar en la primavera de 2009, y que consistía en enviar puntos y participaciones mediante el envío de SMS Premium para participar en sorteos en los que se prometían premios de cuantías millonarias.

El escrito señala que presuntamente se han quebrantado las bases del concurso sistemáticamente mediante “el envío masivo de SMS mediante herramientas informáticas, asignación incorrecta de puntuación, han resultado premiadas personas unidas por vínculo de parentesco o por residir en el mismo domicilio, no constan las cartas o justificantes de pago de los premios etcétera, defraudando de este modo en todo el territorio nacional a un número indeterminado de personas participantes en el concurso, ocasionando un perjuicio que se cifra en 46 millones de euros”.

El concurso, uno de cuyos lemas era “Cómo conseguir un millón de euros”, sirvió de promoción a Emoción, el portal de Internet de Movistar, ya que si se entraba a través de esa web y se remitían mensajes se prometían puntos de fidelización, adquiriendo con dichos créditos el derecho de acceso y descarga sobre un catálogo de contenidos, productos y servicios de internet móvil.

No obstante, fuentes de la defensa señalaron que no hubo tal fraude, y que, salvo el denunciante, ninguno de los miles de concursantes ha presentado ninguna reclamación. De hecho, según las mismas fuentes, el denunciante, José Santamaría se define como "un jugador profesional" y aseguraba "tener un método infalible para ganar, pero al no resultar ganador, denunció a las tres empresas porque entendía que necesariamente debía tratarse de una estafa".

De hecho, el caso no ha trascendido por la denuncia en sí sino por el conflicto de competencias judicial al que ha dado lugar. La denuncia fue presentada ante el Juzgado de Ribeira, pero el Tribunal Supremo ha decidido ahora que corresponde su tramitación a la Audiencia Nacional porque podría haber otros perjudicados a escala nacional.

En concreto, el Juzgado de Ribeira se inhibió en favor de la Audiencia Nacional por orden de la Audiencia de A Coruña, si bien Pedraz la rechazó por estimar que la denuncia que originó las diligencias se basaban en el perjuicio patrimonial de un particular, "sin que sea posible conocer en el momento actual si existen otros y distintos perjudicados" ni el importe de la defraudación patrimonial.

El concurso de Emoción se produjo en plena efervescencia de los SMS Premium que en 2009 eran una de las principales quejas de los usuarios de telecomunicaciones, por los continuos fraudes y cobros indebidos, lo que motivó que tanto el Consumo (Ministerio de Sanidad) como el Ministerio de Industria realizara campañas específicas y una normativa especial para atajar tales prácticas.

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