El coste de la luz podría sufrir otra subida de hasta el 3,9% a partir del mes de julio para los consumidores de tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos unos 20 millones de consumidores.

Según la subasta que se ha celebrado hoy por los comercializadores de último recurso (Cesur), la energía se ha encarecido un 9,3%. En el tercer trimestre del año es habitual que el precio de la energía repunte, debido a una mayor demanda y a una menor hidraulicidad.

El precio final que se fija para la tarifa de la luz, y que se revisa cada tres meses, se decide en función de dos componentes. Cerca del 50% del precio depende del porcentaje que arroje la subasta denominada Cesur y que fija el coste de la energía. El otro 50% lo establece el Ministerio de Industria para retribuir a los diferentes sectores del sistema a través de los conocidos como peajes. El Gobierno puede, a través de los peajes,  corregir el porcentaje de la subasta para que no se note en el bolsillo de los consumidores.

En la subasta, la energía subió un 9,3%, lo que se traduce en un incremento del 3,9% en el precio real si el Ejecutivo decide congelar los peajes de acceso, que pagan todos los consumidores y retribuyen costes regulados como el transporte, la distribución o las primas a las energías renovables.

La decisión final del incremento corresponde al Gobierno, que decidirá qué hacer con los peajes este viernes en Consejo de Ministros.

En abril, el Gobierno ya subió un 7% la tarifa de la luz pese a que la subasta de Cesur había arrojado un descenso del precio de la energía del 7%. Lo hizo para "corregir el déficit tarifario", cifrado en 24.000 millones de euros, y después de que un auto del Tribunal Supremo estableciera que el Gobierno no debe relacionar el alza o la rebaja de los peajes con el resultado de la subasta.

Por ello, es previsible que el Ejecutivo tampoco rebaje esta vez los peajes al 3,9% y esa subida en la tarifa se termine produciendo. El Gobierno ultima esta semana la segunda fase de la reforma del sector eléctrico, basada fundamentalmente en medidas fiscales, y que previsiblemente se aprobará la segunda semana de julio.

Esta sería la segunda subida en lo que va de año, ya que en enero el anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, pactó con el PP para permitir congelar las tarifas y que no se produjera una subida.

No obstante, si sigue esta tendencia, en la siguiente revisión de los precios, prevista para octubre, el precio podría volver a sincrementarse.