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lunes, 16 de diciembre de 2024 19:20h.

Marruecos y España desmantelan una célula terrorista vinculada a Daesh

El comando intervenido operaba en ambos países
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El Cuerpo Nacional de Policía de España y la Policía marroquí desmantelaron una célula terrorista dependiente del grupo Daesh compuesta por tres personas que estaban preparadas para cometer atentados y que buscaban unirse también a este grupo yihadista en el Sahel.

Uno de los sospechosos detenidos estaba radicado en el sur del país norteafricano y los otros dos en Almería, al sur del territorio español. 

Según informó la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ, por sus siglas en francés), los detenidos estaban adscritos a Daesh y “mostraron su disposición a tomar parte en operaciones terroristas, a falta de unirse a feudos del Daesh en la región del Sahel", como informó la agencia oficial de noticias marroquí MAP.

Según el órgano antiterrorista marroquí, los detenidos buscaban difundir y promocionar ideas extremistas para reclutar adeptos a las filas del grupo yihadista. 


El arresto del presunto terrorista residente en Marruecos se produjo en la provincia de Chtouka Ait Baha, situada al sur de Agadir, y en el registro domiciliario efectuado la Policía marroquí encontró equipos informáticos, un arma metálica, una capucha y manuscritos que hacen apología del Estado Islámico o Daesh. 

Esta persona fue puesta bajo custodia policial en Marruecos y la Fiscalía encargada de los casos de terrorismo y extremismo lleva a cabo una investigación judicial sobre su persona. Mientras, los dos detenidos en España también serán puestos a disposición judicial para llevar a cabo el procedimiento de investigación pertinente.

Según el BCIJ, los arrestados mantenían relación con miembros de la organización yihadista dedicados a reclutar y facilitar el acceso de adeptos a la zona africana del Sahel, donde Daesh tiene una gran presencia. Daesh lidera actualmente una red de sucursales activas en varios continentes, cada una de ellas con gran autonomía, y los líderes regionales adoptan sus decisiones basándose en el contexto de cada zona. A fin de cuentas, Daesh funciona como una red descentralizada de franquicias armadas regionales conectadas a través de un liderazgo global. La paulatina desaparición de los líderes de la organización terrorista, como Abu al-Hassan al-Hashemi al-Quraishi, no afecta en principio a las operaciones de las filiales regionales, como ha apuntado el diplomático Hansi Escobar a través de una publicación del Ministerio de Asuntos Exteriores de España. 

Desde la caída del Califato en Siria e Irak, Daesh logró extender su actividad por el Sahel, África central y oriental, el norte de África, Afganistán y Asia suroriental aprovechando conflictos y crisis nacionales en diversos países que albergan poblaciones musulmanas. La creciente inestabilidad en África se ha convertido en un caldo de cultivo para organizaciones insurgentes ligadas a grupos yihadistas como Daesh y Al-Qaeda.Y frente a esta actividad, la labor policial antiterrorista que despliegan Marruecos y España es vital para la seguridad tanto en el continente africano como en la puerta de entrada a Europa por su flanco sur. 

Esta operación vuelve a demostrar la buena cooperación en materia de seguridad que despliegan ambos países. Una colaboración que siempre ha existido en beneficio de las dos naciones y sus poblaciones para atajar una lacra tan dura como la del terrorismo integrista, incluso durante la última crisis diplomática entre ambas naciones padecida hace casi dos años.

La relación entre ambos vecinos se tensó cuando el Gobierno español permitió la entrada en el país de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, para ser tratado de una seria afección respiratoria en un hospital de Logroño en abril de 2021, lo cual fue criticado duramente por el reino marroquí por la falta de información y cooperación por parte española. El deterioro de las relaciones prosiguió después con otros episodios como la retirada de la embajadora marroquí Karima Benyaich de Madrid, hasta que España decidió reconducir la situación para recuperar el mejor vínculo con un socio clave como Marruecos. Algo que llegó con el reconocimiento por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez de la propuesta de Marruecos para el Sáhara Occidental como la más “seria, creíble y realista” para terminar con el conflicto saharaui. A partir de ahí llegó el relevante encuentro en Rabat entre el rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, en el que se estableció la actual hoja de ruta para determinar la profunda cooperación y colaboración existente ahora en diversas áreas entre Marruecos y España.